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OCIO

«Il Trovatore» regresa al Liceu de la mano de Goya

La obra maestra verdiana se ofrecerá en un nuevo montaje entre el 17 y el 29 de julio

El escenario del Liceu se convertirá en un gran lienzo de Goya, según se ve en esta imagen facilitada por el teatro EFE

PABLO MELÉNDEZ-HADDAD

Que «Il Trovatore» sea una de las óperas de Verdi más populares no es garantía de que el público acepte cualquier propuesta escénica. Así sucedió con el montaje que estrenara en el escenario liceísta en 2009 el afamado «regista» Gilbert Deflo, una coproducción con la Ópera de Oviedo que no funcionó. Por eso, en este regreso del título al Gran Teatre para despedir el curso, se ha optado por una nueva escenificación que de vida a las nueve funciones que defenderán, entre el 17 y el 29 de agosto, dos repartos conformados por los tenores Marco Berti y Piero Pretti como Manrico, las sopranos Kristin Lewis y Tamara Wilson como Leonora, las mezzosopranos Marianne Cornetti y Larisa Kostyuk como Azucena, los barítonos Artur Rucinski y George Petean como Conde de Luna y los bajos Carlo Colombara y Marco Spotti como Ferrando. Daniele Callegari regresa al podio liceísta y toma las riendas de la nueva dirección de escena Joan Anton Rechi.

La nueva propuesta se basa en los grabados «Los desastres de la guerra» de Goya , opción que pretende convertir el escenario en un gran cuadro del pintor aragonés contando para ello con el vestuario de Mercè Paloma y los vídeos y animaciones de Sergio Gracia. En su visión de la obra verdiana, Rechi ha querido dar protagonismo al inmortal artista aragonés transformándolo en un personaje mudo que guía al público escena por escena y lo invita a entrar en la región de España en la que se pintaron los famosos y perturbadores grabados, todo ello en un contexto de batalla que «aporta más verosimilitud a la historia» según afirmó el director en rueda de Prensa. Francisco de Goya en persona se convierte en un espectador de excepción del conflicto que presentará la ópera, algo así como un narrador –o trovador– que con sus pinceles va desgranando esta tragedia de amor, venganza, guerra y muerte, al igual que el personaje que Calixto Bieito –del que Rechi fuera asistente durante años– creara para narrar su exitosa versión de «Carmen» de Bizet. Los bandos del Conde de Luna y de Manrico –el Trovador–, quedan de este modo inmersos en esta particular mirada estética tomando vida en diversas proyecciones animadas de los grabados, una forma de enfatizar «la fuerza y la crueldad de “Los desastres” de Goya y de la historia que explica la ópera».

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