L'Auditori invita a Thomas Adès a pasar siete días en Barcelona

Adès ya ha empezado los ensayos con la OBC, para la que solamente tiene elogios: «Han entendido enseguida mi lenguaje», aseguró ayer en un encuentro con la prensa. Juntos están preparando el concierto para violín que lleva por título «Märchentänz», que se estrena así en España pocas semanas después de su 'première' en Göteborg. Se trata de una obra llena de melodías procedentes del folklore popular de varias naciones que, según el artista «al público le va a encantar, porque en algún sentido es casi como música pop».

A su lado, el violinista Pekka Kuusisto corroboraba: «Yo he tocado mucha música folk, y de alguna manera me ha resultado muy fácil, muy natural entrar en esta partitura».

Al lado de este estreno, Adès dirigirá otra obra propia, 'Hotel suite' (2018), creada a partir de su ópera 'Powder her face' (1995). Poulenc y Liszt completarán el programa de estos conciertos. El creador asegura que la composición es su terreno, pero entre estar escuchando sus obras en una sala de conciertos o dirigiéndolas, prefiere esta última opción: «Soy tímido, así que me gusta estar en el podio porque doy la espalda al público».

El martes se reencontrará con el 'Winterreise' (Viaje de invierno) de Schubert y con el tenor Ian Bostridge. Han interpretado juntos la obra e incluso la han llegado a grabar, pero ahora llevan años sin coincidir. «Será una versión diferente de la que hacíamos, porque seguro que nosotros mismos somos diferentes después de la pandemia», vaticinó.

Precisamente el confinamiento le dio tiempo para escribir 'Märchentänz'. «He vivido solo con mi música durante esto del covid y fue una oportunidad como compositor para trabajar más en profundidad, pero que ahora esta música sea interpretada en público por fin es un alivio», asegura.