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La danza desborda la nueva temporada del Mercat de les Flors

La compañía de danza contemporánea Thomas Noone Dance sube el telón del curso del Mercat el 4 de octubre con «Closer»

La temporada vuelve a repetir la fórmula de las constelaciones ABC

María Güell

Àngels Margarit tiene muy claro todo lo que quiere para el Mercat de les Flors. Sus propuestas no caben en el edificio y por eso se expande con colaboraciones con el MNAC, el MACBA y la Sala Hiroshima. Así de inmensa se presentó ayer la temporada 2018/19 bajo el lema «Danza desbordada». La danza es un arte que dialoga con otras disciplinas y por eso la programación presenta muchas maneras de hacer danza desbordando el tiempo, los horarios y los públicos».

En su segundo mandato, Margarit repite la fórmula de constelaciones. La primera de ellas es la Constelación Boris Charmatz; el coreógrafo francés presentará en octubre «Flip Book» y «20 bailarines para el siglo XX», y en marzo «10.000 gestos». Las siguientes constelaciones serán la de Jorge Dutor y Guillem Mont de Palol; la de los denominados «Big Bouncers»; la de la pionera de la danza María José Ribot, La Ribot y por último la de Escarlata Circus. «Esta fórmula debe servir para profundizar y disfrutar de los artistas», apunta Margarit.

La compañía de danza contemporánea Thomas Noone Dance sube el telón del curso del Mercat el 4 de octubre con «Closer», una mirada a las relaciones entre el individuo y el colectivo. También a principios de octubre recalarán Ana Borralho y Joäo Galante con «Trigger of Happiness».

Margarit lamenta que las nuevas generaciones no conocen a grandes de la danza como a la coreógrafa norteamericana de los años noventa Meg Stuart y por este motivo presenta «An evening of solo Works» y «Violet», dos clásicos que nadie se puede perder.

Más sorpresas. La Veronal regresará en marzo con «Pasionaria», igual que la belga Anne Teresa de Keersmaeker y su compañía Rosas con la obra «Achterland», con un violinista en directo, y que nunca se ha visto en Barcelona.

En este entusiasmo desbordante Margarit quiere recuperar las piezas de gran formato. «Hemos creado el proyecto Célula para profundizar en la obra de un artista con un montaje de varios bailarines; empezaremos con “Flamingos”, de Albert Quesada, con ocho bailarines». Esta «Danza desbordada» se hará con un presupuesto ajustado. «Tenemos 4, 63 millones, pero lo óptimo sería contar con seis millones».

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