Los padres de los niños de la yincana sexual: «Nos han metido un gol por la escuadra»
Estupor en Vilassar de Mar por una actividad organizada por el consistorio y de alto contenido sexual
Barcelona
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Iniciar sesión«¡Es una vergüenza!» o «¡Estáis enfermos!», son algunos comentarios que podían leerse hasta hace unas horas en el Instagram de la concejalía de Juventud de Vilassar de Mar (Barcelona). El pasado 22 de julio el Ayuntamiento de esta pequeña localidad costera, gobernado por ... ERC, organizó una yincana popular de dos horas destinada a jóvenes de entre 12 y 30 años. Lo que en un principio parecía una actividad inocente, acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla para alguno de los menores, repleta de actividades de índole sexual y una temática 'porno' muy explícita.
Cuando los niños contaron a sus padres en qué habían consistido las pruebas, éstos no podían creer lo que escuchaban. «Llevaron a mi hija a una plaza pública», declara Encarna, madre de una menor de 12 años, para ABC. Eran las diez de la noche, explica, la gente disfrutaba en las terrazas y la organización las hizo participar delante de todo el mundo. «¡Imagínate!», lamenta, «Era viernes y los bares estaban a reventar».
Según apuntan varios testigos, una de las actividades consistía en colocar un preservativo con la boca en un plátano, untarlo con miel y lamerlo. Otra de las pruebas -de la que el Ayuntamiento no dudó en presumir en redes sociales- consistía en emular posturas sexuales del 'Kama Sutra' y reventar globos por parejas.
«Lo que han hecho es, en un entorno de confianza, colar algo que no tocaba», ha declarado una de las familias afectadas a 'La Vanguardia', medio que ha dado a conocer este viernes la información. Dos semanas después de lo sucedido, ocho familias -entre las que se encuentra la de Encarna- confirman a ABC que se han reunido para valorar si deben emprender o no acciones legales contra el Consistorio. Relatan que están profundamente dolidos, que nadie les preparó para esto –ni a ellos, ni a sus hijos–, y se plantean seriamente llevar el caso ante la Fiscalía de menores.
«Nos han metido un gol por toda la escuadra», lamentan por el grupo de WhatsApp que han creado para deliberar acerca de la situación. Las familias, comentan, son plenamente conscientes de los beneficios que aporta una «buena educación sexual» en edad temprana, pero no creen que el tipo de actividades que se realizaron en el evento tengan nada que ver con esto, ni que el personal que dirigía la actividad estuviera cualificado.
El Ayuntamiento de Vilassar de Mar, por su parte, ha emitido un comunicado en el que, lejos de pedir disculpas a las familias o retractarse, justifica la 'yincana sexual'«desde el punto de vista educativo». En el escrito, la concejalía de Juventud alega que el sexo es un tema que interesa a los adolescentes y «del que tienen pocos lugares donde hablar». Además, defiende esta dinámica grupal alegando que hoy los jóvenes «consumen pornografía» desde que son pequeños, por lo que mediante iniciativas como ésta, buscan evitar que se construyan un «imaginario sexual» con actitudes propias de esta industria, a la que tildan de «machista, violenta y poco saludable».
Las explicaciones del gobierno municipal , sin embargo, no convencen a las familias afectadas, que expresan a este diario que sienten que esto «solo es una excusa» y que la mayoría de actividades poco o nada tienen que ver con la educación sexual. «No creo que sea de recibo bañar a niños de 12 años en refresco y pedirles que abran la boca como si estuvieran… en fin», lamenta Encarna, que explica que una prueba de las que recuerda su hija consistía en reproducir los genitales masculinos y femeninos con plastilina.
Disculpas a medias
La polémica actividad ha saltado, rápidamente, al ámbito político. El PP ha pedido la dimisión del responsable. Y a última hora de la mañana, en lo que se puede interpretar como una respuesta a la presión mediática, la concejal de Juventud, Marta Gual, ha pedido disculpas por no haber explicado en qué consistía la actividad, cuyas fotos han sido retiradas de la cuenta de Instagram de la concejalía de Juventud.
En cuanto al itinerario de la actividad, Gual defendió que en la yincana también existían «pruebas inocentes» como maquillar a alguien o jugar a un trivial sobre los efectos de las drogas y el alcohol. Y aseguró que la actividad, que reunió a 52 participantes, estuvo cien por cien controlada y que los responsables de las pruebas eran jóvenes con el título de monitor que «tenían conciencia de la vertiente pedagógica de cada juego».
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