La tuneladora reactiva los trabajos del tramo central de la Línea 9 de Metro de Barcelona tras 11 años parada

Este miércoles responsables de la Generalitat y del Ayuntamiento han visitado el avance de los trabajos en la zona de avenida de Chile con la avenida Gregorio Marañón, justo donde se emplazará la nueva estación Camp Nou. Allí, a ojos del ciudadano, vallas, señalizaciones provisionales y desvíos del tráfico, material de obra y grúas amarillas indican que algo importante se cuece pero los trabajos, que tres turnos de empleados se encargan de que no paren en ningún momento del día, se dan en realidad a unos 45-50 metros bajo la superficie.

En ese cruce se ubica el pozo de ataque para acceder a las obras y desde donde se va retirando la tierra que engulle la máquina y entrando las pantallas que completarán la infraestructura y allí ya están incluso instalados unos raíles con vagonetas para llegar al cabezal de la máquina. Una cinta transportadora mecanizada va expulsando, poco a poco pero sin pausa, los restos del subsuelo, en la tímida señal de que cerca se está dando una obra imponente: las dimensiones de la tuneladora (unos 100 metros de longitud y 12 de diámetro y 2.300 toneladas con 300 herramientas de corte) dan fe de ello. Las tareas de perforación están ahora a unos 220 metros de la futura estación de Manuel Girona en sentido Besòs y avanzan entre 7 y 20 metros al día, en función del terreno con el que la máquina se encuentra.

En la actualidad, la L9 tiene en funcionamiento sus dos extremos, con 35 estaciones ubicadas hasta Collblanc y la Sagrera, y queda pendiente poner en servicio un tramo central de 9,4 kilómetros que tiene que albergar 11 estaciones y, lo más importante, cruzar la ciudad por sus barrios altos y dotar a todo el Área Metropolitana de una infraestructura crucial. A la práctica, sin embargo solo faltan por tunelar los 4,2 kilómetros de Manuel Girona a Lesseps , donde se prevé que la tuneladora llegue en diciembre de 2024. Al resto de tramo por inaugurar le quedan otro tipo de trabajos, como instalar la losa intermedia que crea el doble piso para las vías o acabar la obra civil en la mayoría de las nuevas estaciones.

Unas estaciones que seguirán la tónica de las existentes de la mayor parte de la L9 y que cuentan con las d os vías superpuestas y los andenes integrados en un único túnel para los dos sentidos de circulación. Las estaciones se están construyendo de manera independiente al túnel central. La Generalitat, que costea los trabajos, garantiza que habrá inspecciones técnicas previas en los edificios bajo los que pasará la máquina para dejar constancia del estado actual de los edificios y detectar posibles patologías previas.

Las obras pendientes supondrán una inversión de unos 925 millones de euros y permitirán que la L90 pase de los 23 millones actuales de validaciones a 113 millones con su obra completada, que al final tendrá 48 kilómetros y 50 estaciones , de las que 17 serán intercambiadores. Además, se prevé que el nuevo servicio permita que unos 18.000 vehículos diarios deje de circular.

El vicepresidente de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, ha vaticinado que «si no hay ningún impedimento ni sorpresas» los trabajos acabarán en 2027 y al año siguiente se podrá poner en marcha el servicio. El consejero ha evitado concretar si las nuevas estaciones se irán inaugurando progresivamente, como le ha exigido en nombre del Ayuntamiento la concejal Janet Sanz, que también ha recordado que la obra es «muy importante, esperada y necesaria» tras «quince años de retrasos, paros y sobrecostes» y ha pedido que esta vez se cumpla el calendario. Los trenes podrían empezar a circular en modo de pruebas, y durante un año, en 2026.