La plaza Llucmajor de Barcelona será la plaza de la República

A la espera de concretar este cambio de nombre, la idea del ayuntamiento es que la retirada de la simbología franquista se lleve a cabo durante 2016 mediante un plan de ocupación para ofrecer la posibilidad a personas paradas para que puedan colaborar en este trabajo de manera remunerada.

Antes de eso, sin embargo, se encargará es al Grupo de Historia de Can Basté, entidad del distrito con un largo recorrido en el ámbito de la memoria histórica, la elaboración de un catálogo que localice y clasifique toda la simbología franquista que se conserva hoy, la mayoría placas de viviendas privadas.

En un acto celebrado ayer, el primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello y la concejal de Nou Barris, Janet Sanz, han explicado la iniciativa con la que se pretende «eliminar cualquier referencia al franquismo que transmita valores contrarios a la democracia, la libertad y la solidaridad». Sanz, por su parte, considerada que se trata de «actuaciones que son sencillas y que suponen pocos recursos, pero que liberan de la simbología franquista que nos recuerda tiempos autoritarios y fascistas».

Además, el ayuntamiento estudia cómo personarse en la querella por los bombardeos sobre la ciudad que protagonizó la aviación fascista italiana durante la guerra civil y ha expresado su apoyo a la querella que se instruye en Argentina por los crímenes del franquismo.