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El Cardenal-Arzobispo de Barcelona pide no caer «en la división y la confrontación»

«Pedimos paz y tranquilidad para nuestro mundo, y de manera especial, para nuestro país», afirma Juan José Omella durante la homilía de la misa solemne de la Fiesta Mayor de la Merced ante el presidente catalán, Quim Torra

Quim Torra y su esposa, durante la Misa de Fiesta Mayor de la Merced, en Barcelona EFE

Miquel Vera

El Cardenal-Arzobispo de Barcelona , Juan José Omella, ha pedido ante los feligreses que han acudido este lunes a la tradicional misa solemne de la Fiesta Mayor de la Merced -entre quienes estaba el presidente de la Generalitat, Quim Torra ,- que la patrona de la ciudad condal de «paz y tranquilidad» al mundo y, especialmente, «para este país», en referencia a Cataluña .

«No permitas que nos avergoncemos nunca de nuestra Fe cristiana. No permitas que caigamos en la tentación de la división, de la confrontación», ha agregado Omella ante centenares de fieles, entre quienes se contaban altos representantes del la vida política, empresarial y eclesial de Cataluña. Sin embargo -y como es habitual desde que llegó al poder- la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha evitado acudir al oficio de Fiesta Mayor de la ciudad. No en vano, desde que llegó a la Alcaldía, la misa por la patrona cayó del programa oficial de las fiestas mayores de la capital catalana.

La primera edil tampoco ha cedido su representación en otro cargo del consistorio, sin embargo, sí que han acudido al oficio los máximos responsables de todas las formaciones políticas menos los de Barcelona en Comú y la CUP . En las primeras filas siguiendo la Eucaristía también estaba la cúpula del poder militar de Barcelona encabezada por el Inspector General del Ejército de Tierra, Fernando Aznar, y la subdelegado del Gobierno en Cataluña, Carolina Miró. Todos ellos han escuchado como el Cardenal exhortaba a los fieles a «buscar y favorecer lo que nos permita vivir en comunión, en respeto y en paz».

Ocho siglos de Orden de la Merced

Más allá de la dimensión política de esta misa a la que tradicionalmente han acudido todos los presidentes de la Generalitat -y que el año pasado supuso uno de los últimos actos públicos del expresidente Carles Puigdemont antes del referéndum ilegal del 1-O-, la eucaristía este año ha estado marcado por la celebración del 800 aniversario de la Orden de la Merced, patrona de los presos. «Esta orden mercedaria es un árbol frondoso que se ramifica en los cinco continentes», ha concluido Omella antes de resaltar la inmensurable labor de los mercenarios atendiendo a presos en todo el planeta.

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