Toda la presión para Hereu
El alcalde reivindica su labor mientras cuaja la idea deque el PSC aún tiene posibilidades con Tura
Crece como alcalde, empequeñece como candidato. Jordi Hereu, a un mes de la celebración de las elecciones primarias en las que disputará la candidatura socialista a la alcaldía de Barcelona a la ex consellera Montserrat Tura, sigue reivindicando su figura como primer edil de la ... ciudad, aunque sus posibilidades de repetir en el cargo disminuyen día a día.
La percepción de que el PSC tiene con Hereu muy pocas posibilidades de retener la alcaldía, frente a una Montserrat Tura que con apenas una semana en la liza electoral ya tutea a Xavier Trias en las encuestas, empieza a cuajar. Esa percepción es la que flotaba ayer en el Palacio de Congresos de Fira de Barcelona, en la conferencia anual organizada por el Colegio de Periodistas, donde Hereu fue recibido con una ovación que muchos interpretaron casi como un reconocimiento póstumo. En la platea, el ex presidente José Montilla y, sobre todo, Montserrat Tura, la ex consejera que empujada por la dirección del PSC pretende encarnar el alma de un partido que no se resigna a entregar Barcelona en manos de CiU. Tura saludó con dos besos al alcalde y le aplaudió al acabar su intervención.
Prioridad, la crisis
Consciente de que el momento es grave, arrancó su conferencia Hereu con una petición. «Os pido que os quitéis ese gesto de gravedad», bromeó el alcalde en el prólogo de una intervención que planteó, como nunca antes, como una reivindicación del gobierno de la ciudad, repasando y alabando casi uno a uno a todos sus concejales, quienes, aseguró, «han desarrollado una acción de gobierno a la altura de las aspiraciones y expectativas» de los ciudadanos.
Se reconocieron errores, como el del referéndum de la Diagonal o el haber dejado que la ex concejal de Ciutat Vella, Itziar González, se quemase en el cargo y lo abandonase posteriormente, pero en el fondo la conferencia del alcalde fue un «aquí estoy yo». Recordó por ejemplo el 90 por ciento de cumplimiento del Plan de Acción Municipal o lo saneado de las finanzas municipales, un buen punto de partida para superar la crisis económica, aspecto en el que centró el grueso de su intervención.
En este contexto, y como vino a asegurar el propio alcalde, Barcelona está en una encrucijada, una metáfora se diría de la propia realidad del alcalde y aspirante a candidato Jordi Hereu, también él llegado a un cruce de caminos. Las pésimas expectativas con las que ya afrontaba la carrera hacia las municipales de mayo han adquirido una patina más que sombría cuando ha surgido una alternativa de fuste como la de Montserrat Tura, que le disputará la candidatura en unas primarias a celebrar el 19 de febrero. Aunque queda un mes por delante, empieza a cuajar un estado de opinión que concluye que Hereu no tiene ninguna posibilidad de ganar a Xavier Trias, y que con Montserrat Tura aún hay partido.
Encuestas a la contra
La encuesta interna hecha por el PSC —que incluso daba al PSC por detrás del PP—, y la publicada ayer por La Vanguardia, en la que Tura se planta con quince concejales frente a los 16 de Trias (en el mismo sondeo la ventaja de CiU es de 19 a 10 si el contrincante es Hereu), están redigiriendo el foco hacia el alcalde, ahora sí obligado a tomar una decisión fundamental: seguir adelante con el proceso de primarias, o dar un paso atrás como le ha pedido el partido para dejar el paso franco a una Tura aún con posibilidades de ganar. Aunque Hereu sigue impertérrito, dispuesto a seguir, atizado por su núcleo más íntimo de confianza —con Carles Martí hasta el final—, la propia personalidad del alcalde, tal y como reconocen quienes más le han tratado, hace pensar que no es inmune a las presiones, y que estas pueden acabar conduciendo a una determinación en unas semanas.
Quienes presumen que Hereu no está dispuesto a inmolarse, y con él su partido, en unas elecciones municipales que parece tener perdidas, sostienen que no es un divo ni un egocéntrico, que la responsabilidad y poco afán de figurar que ha caracterizado su proceder como alcalde son los mismos atributos que, cuando llegue el momento, le llevarán a un auto sacrificio por el bien de su partido. A diferencia de versos libres como Pasqual Maragall o incluso Joan Clos, a Hereu la disciplina de partido, como el valor a los soldados, se le supone.
«El final parece que se acabe y es el origen de un nuevo inicio», explicaba Hereu en el final de su conferencia aludiendo a la crisis económica y a su convencimiento de que Barcelona «saldrá adelante». Algunos en la platea, quizás llevados por un exceso de lirismo, pensaban que Hereu hablaba de él mismo.
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