El «tijeretazo» deja las urgencias nocturnas de Cataluña bajo mínimos

La noticia, confirmada ayer por el propio departamento de Salud, ha encendido los ánimos en el sector que lleva meses atrincherado para intentar frenar la medida. Ayer, horas después de que los sanitarios desalojados el miércoles de los ambulatorios del Vallés Occidental (Barcelona) volvieran a la carga y se atrincheraran de nuevo en las instalaciones, el director del Servicio Catalán de Salud, Josep Maria Pedrosa, intentaba justificar la iniciativa apelando a «la búsqueda de una mayor eficiencia en el servicio».

Acto seguido, soltaba otro jarro de agua fría al sector al avanzar que no se descartan nuevos cierres. La consejería prevé reajustar los horarios de 96 de los 185 centros de asistencia primaria que hasta ahora prestaban atención continuada. De éstos, un total de 46 ya han cerrado sus urgencias nocturnas —25 en julio y 21 en septiembre—, mientras que otros ocho cerrarán por las noches entre septiembre y octubre. Esa reordenación permitirá al Govern ahorrar unos 50 millones de euros.

Mientras la Generalitat se esfuerza en justificar la medida, centenares de sanitarios y vecinos siguen encerrados en sus centros para intentar preservar a sus urgencias del «tijeretazo» , entre ellos los de Viladecavalls (Barcelona), donde un equipo de médicos atiende gratis a los vecinos. En Badalona, centenares de personas se atrincheraron anoche en las urgencias del CAP de la localidad.