Más dinero para «catalanizar» la universidad y apenas para nóminas

A la universidad catalana apenas le llega para pagar las nóminas de sus empleados pero no le falta dinero para «catalanizar» sus campus. El curso pasado la Generalitat le rebanó 144 millones de euros de la subvención (un 16%) que esperaba, lo que obligó a los centros a reducir másteres, despedir interinos y congelar inversiones. Pese a esta coyuntura de restricciones sin precedente, las partidas del Gobierno autonómico para impulsar el catalán en el ámbito académico apenas han percibido «el tijeretazo», e incluso en algunos casos han aumentado.

El curso 2011-2012, el Gobierno de Mas concedió a las ocho universidades públicas de Cataluña una ayuda de 851.000 euros para fomentar la lengua autonómica. De este montante, un total de 560.000 euros se invirtieron en proyectos y actividades de normalización lingüística (NORMA 2011), otros 13.500 euros se destinaron a financiar másteres orientados a difundir la lengua catalana (MFC) y otros 198.000 a la edición y difusión de libros de texto o manuales universitarios en esta lengua (DIL). Los 80.000 restantes fueron para subvencionar tesis doctorales en catalán.

Un año antes (curso 2010-2011), coincidiendo con el inicio de la crisis, los rectores de esta Comunidad obtuvieron 1,2 millones de euros para impulsar el desarrollo del catalán (820.000 para normalización, 22.000 para másteres, 286.000 para difusión de material en esta lengua, y 100.000 para tesis doctorales).

A esta subvención ordinaria del Ejecutivo autonómico (prevista cada año en los presupuestos del Ejecutivo catalán) se suma otra que desde hace dos años concede la UE a la red de universidades públicas de esta Comunidad, y que avanzó ABC en anteriores ediciones.

La nueva ayuda, que se enmarca en el programa de la Comisión Europea «Lifelong Learning Programme (Programa de Aprendizaje Permanente)», sirve para subvencionar las clases de catalán que reciben antes de arrancar el curso los alumnos de Erasmus que vienen a Cataluña.

El primer curso que se concedió la partida (2010-2011), los rectores catalanes recibieron de las autoridades europeas 37.620 euros y este año la cuantía casi se ha doblado, hasta alcanzar los 70.000 euros.

Hasta ahora, este gasto corría a cargo de las propias universidades o del Gobierno autonómico catalán y nunca había recibido una subvención externa, según indicaron a este diario portavoces de la sede de la Comisión Europea en Barcelona. La ayuda europea llega también desde hace dos cursos a las universidades de Valencia y Baleares.