Los yihadistas hicieron acopio de cientos de kilos de explosivos durante meses en Alcanar

La accidental detonación, en la que –según los investigadores– murieron el imán de Ripoll (Gerona), Abdelbaky Es Satty, que capitaneaba la célula y uno de sus pupilos, propició que el resto improvisasen, para día siguiente, los atropellos de Las Ramblas y del paseo marítimo de Cambrils (Tarragona), que dejaron un total de 16 muertos y 140 heridos.

Los testigos que han declarado hoy –los asistentes a aquella velada y otros vecinos de la zona– han coincidido en señalan que aquel chalé lo frecuentaban jóvenes «muy discretos» desde al menos un año antes de los atentados. Y han reconocido en fotografías a algunos de los terroristas del 17-A ya fallecidos, pero solo uno –un testigo protegido, que esos días veraneaba en la zona– ha asegurado haber visto allí pocas semanas antes de los atentados a Driss Oukabir , uno de los tres jóvenes que se sientan en el banquillo, los únicos vinculados a la célula que siguen vivos. El testigo ha reconocido a Driss Oukabir como la persona que solía ver entre julio y principios de agosto de 2017 acudir al chalé de Alcanar en un Audi A3 negro, el que supuestamente se acabaría utilizando en el atentado de Cambrils.

Una asistente a aquella cena que pudo observar también antes de la explosión un coche «con el motor y las luces apagadas que bajaba la cuesta hacia la casa» . Y otro ha asegurado que furgón arrancó del lugar tras la explosión. ¿Podría haber escapado alguien tras la detonación?