El viaje de 927 republicanos españoles a Mauthausen

Este archivo que Armengou y Belis piden a la administración, está en la línea de las reclamaciones de Amnistía Internacional al gobierno español, podría inspirarse en el modelo de la Fundación Soah, encargada de recopilar testimonios de las víctimas del Holocausto judío, a la que Steven Spielberg dedicó los beneficios obtenidos por su película «La lista de Schindler».

«El convoy de los 927» (Plaza y Janés) sigue a través de entrevistas con la veintena de supervivientes de aquellos sucesos todavía vivos los cuatro días que pasó aquel contingente de republicanos españoles refugiados en Angulema y que, en tiempos de la ocupación alemana de Francia, fueron enviados al campo austríaco de Mauthausen.

Prólogo de Zapatero

Armengou destacaba que «es el primer tren de la muerte de la Europa occidental con población civil, pues los 927 eran refugiados, que vivían en unas difíciles condiciones, pero no formaban parte de la Resistencia ni eran activistas políticos». En su investigación, los dos periodistas atribuyen al entonces ministro de Exteriores español, Ramón Serrano Suñer, la responsabilidad de la suerte del convoy, pues dijo a su homólogo alemán, Joachim Von Ribbentrop, que al ser traidores a la patria, «ya no son españoles, por tanto, haz lo que quieras con ellos».

Curiosamente, el libro está prologado por José Luis Rodríguez Zapatero, en el que dice que «aún tenemos una deuda con la memoria de los miles de españoles que acabaron por convertirse en víctimas de la barbarie nazi». Armengou y Belis agradecen el prólogo a Rodríguez Zapatero y el «gesto simbólico» de haber sido el primer presidente español que asistía a los actos de celebración de la liberación del campo nazi de Mauthausen». Ambos invitan al gobierno español a firmar ahora el Tratado de Imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad.