Supervisión adulta para los conductores jóvenes

Los datos que ofreció ayer el RACC son ilustrativos de que pese a que en una década los índices de siniestralidad, y de impacto sobre los jóvenes han descendido de manera notable, todavía son muy altos. Así, si en el conjunto de España la tasa de riesgo (número de fallecidos por cada 100.000 habitantes) entre jóvenes de 15 a 29 años era de 18,2 en 2000, una década después era de 5,8. Si se considera el conjunto de la población, la cifra es de 4,6 fallecidos por 100.000 habitantes. Para el RACC, y pese a esta mejora, todavía hay margen para mejorar.

Por comunidades autónomas se aprecian notables diferencias: mientras la tasa de riesgo en Madrid (2,6), Canarias (3,2) y Murcia (4,1) es relativamente baja, en Castilla y León (12,1), Galicia (11,8) y Aragón (10,2) es mucho más alta. Si la comparativa se hace ente España y el resto de países europeos, nuestro país sale relativamente bien parado, sólo adelantados por Suecia, Holanda y Reino Unido. En el otro extremo, y como países más peligrosos para los conductores jóvenes, Grecia, Eslovenia y Polonia.

El RACC ha lanzado una campaña, RACC Educa, dedicada a promocionar la educación viaria entre niños y jóvenes, partiendo del convencimiento de que una actitud responsable ya desde la infancia se traduce luego en una actitud responsable al volante.