LOS MARTES, TOROS
Semana de pasión
En esta Semana Santa, sería bueno poner en valor esa pasión con que viven la Fiesta todos esos catalanes que no se resignaron a acatar la decisión del Parlament
ÁNGEL GONZÁLEZ ABAD
Con la resaca todavía del triunfo democrático que ha supuesto la llegada al Congreso de los Diputados de esas casi 600.000 firmas que pueden blindar definitivamente la Fiesta, puede ser buen momento para poner los pies en el suelo y tomar perspectiva sobre el ... conflicto que ha prohibido la celebración de corridas de toros en Cataluña. En esta Semana Santa, sería bueno poner en valor esa pasión con que viven la Fiesta todos esos catalanes que no se resignaron a acatar la decisión del Parlament. Muchos de aquellos diputados que votaron a favor de la abolición ya no están e sus escaños. Eso, evidentemente no quita un ápice de legalidad a aquella medida, como tampoco ha de minusvalorarse ni ponerse en duda desde el mismo prisma de la legalidad, el proceso emprendido por un grupo de aficionados que ahora está ante el Congreso.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? ¿Cómo reaccionaría el nacionalismo catalán si finalmente la Cámara Baja aprueba la Iniciativa Legislativa Popular que avalan ese más de medio millón de firmas? ¿Y si el Constitucional fallará a favor del recurso contra la ley prohibicionista? ¿Se tomará todo como un nuevo ataque a Cataluña? Lo fácil sería esto, el victimismo medido y urdido milimétricamente. Ese victimismo que solo sirve para tapar los propios desajustes, para señalar culpables en dirección contraria, para salir siempre triunfante ante un ataque muchas veces imaginario.
Semana de Pasión, pues. De pasión por esa Fiesta hurtada por una ley del Parlament y ojalá que devuelta por otro texto legal. La democracia -Democracia- es lo que tiene. Semana para interiorizar una pasión.
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