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Santiago Mondéjar - Tribuna Abierta

La Luger sin gatillo de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias ha de saber en su fuero interno que los españoles tenemos poco apetito de jugar con fuego

Iglesias, hace unos meses en un acto Efe

Santiago Mondéjar

El dramaturgo alemán Hanns Johst, de filiación nacionalsocialista, acuñó la frase 'cuando oigo hablar de cultura, echo mano de mi pistola', que según parece citó en alguna ocasión Josep Goebbles. Nada menos que 88 años después, a Pablo Iglesias le ha parecido apropiado hacer lo ... opuesto, esto es, esgrimir una pistola desgatillada para ilustrar un panfleto en el que invoca a la cultura como campo de batalla. Y lo hace rescatando las ideas de otro célebre personaje de los años 30, Antonio Gramsci, padre intelectual de la hegemonía cultural, consistente en la sustitución de lo material por lo cultural en la teoría marxiana, o lo que es lo mismo, hacerse con el control cultural en vez de con el de los medios de producción, emprendiendo en una 'larga marcha' de conquista de las instituciones educativas y de los medios de comunicación, para imponer un pensamiento único, con el que hacer tabla rasa de las estructuras sociales existentes. Dicho de otro modo, y en términos marxistas: empezar la casa por el tejado, controlando la superestructura para domeñar la estructura.

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