Giró maniobra y Borràs lo quiere fuera

En una reciente información publicada por ‘La Vanguardia’, para explicar las conexiones entre las distintas familias de Junts, Giró aparecía en la misma constelación que David Madí , mano derecha de Artur Mas hasta que llegó a la Generalitat, y que desde entonces se ha dedicado a hacer negocios desde la empresa privada gracias a sus contactos privilegiados en la administración. Por la verdad que contenía el artículo, y por el momento en que aparecía, Giró puso el grito en el cielo: esta complicidad, este cinismo, no necesariamente delictivo, es precisamente lo que más odia Laura Borràs , y sólo le faltaba verlo escrito –y dibujado– para que se multiplicara su animadversión hacia el todavía consejero de Economía.

En los últimos días, Giró ha pasado de despotricar de Jordi Juan, a acercarse a Carlos Godó , hijo de Javier Godó , editor de ‘La Vanguardia’ y propietario del Grupo Godó, para prometerle que las relaciones institucionales volverán a ser las mismas que las de antes que él llegara al Govern y las redujera. Del mismo modo, se ha aproximado a Javier Moll , editor de Prensa Ibérica, que edita, entre otros, el ‘Periódico de Catalunya’ y el ‘Diari de Girona’. También a través de uno de sus hijos, ha prometido deshacer los entuertos que él mismo había creado meses atrás, cuando se sentía fuerte en su cargo y había iniciado una insólita campaña revanchista contra los medios de comunicación que no eran suficiente- mente afines a Junts, y más concretamente, a su persona.

Giró tendrá pues que templar el odio que siente por Javier Godó, además del ya mencionado por Jordi Juan. Por su parte, José Antich , exdirector de ‘La Vanguardia’ y resentido también contra el Grupo Godó y su propiedad, tendrá que contener la otra cara de la moneda, es decir, su euforia. Todo apunta a que el director del digital ‘El Nacional’ quiere hacerse con la frecuencia de radio 102.4, propiedad del Grupo Joly de comunicación, y que actualmente explota la Ser. Antich habría presentado una oferta de cuatro millones a los empresarios andaluces. Es un dinero que no le preocupa no tener porque, siempre según sus comentarios en conversaciones informales, cuenta con los «apoyos necesarios» para corregir lo que según el periodista es «la anomalía de que las dos radios independentistas de Cataluña están en manos de empresas que no lo son: el Grupo Godó por razones obvias, y la Corporación Catalana de Radio y Televisión (TV3 y Catalunya Ràdio), porque la controla ERC».

Pero con su cargo en la cuerda floja, tal vez el consejero tenga que revisar su estrategia de incidir a los que a toda costa quieren convertirse en la competencia directa de Rac1, la emisora del Grupo Godó.

Antich presumía hasta hace poco de tener prácticamente fichado al líder de la mañana radiofónica catalana, Jordi Basté , «porque yo le haré accionista de una radio privada, que es mucho mejor que ser un empleado de Godó», en referencia a que el periodista presenta su programa líder en Rac1. En sintonía con Antich, el consejero Giró decía hasta hace poco: « Basté es mío », asegurando a todo el mundo que «hará lo que yo le diga». Jordi Basté, consultado por este periódico, asegura tener contrato en vigor con Rac1 y estar viviendo allí la mejor etapa de su vida. Afirma que no es de nadie, que sus decisiones las toma él y que la relación con la casa donde trabaja no puede ser más satisfactoria.

Es difícil aventurar si tendrá éxito el intento a la desesperada de Giró por resistir a la determinación con que Borràs quiere deshacerse de él y de sus manejos. Lo que sí parece inevitable es que si lo consigue será tragándose su orgullo y su desfachatez y teniendo que suplicar a los que hace escasas semanas quería destruir personal y profesionalmente.