Urge restituir la autoridad de la policía

Desde hace ya algunos años, la policía es vista con desconfianza por una parte de la sociedad, pero también por parte del Gobierno. Sólo hay que ver cuáles han sido las primeras decisiones del Gobierno de la Generalitat respecto al Cuerpo de Mossos en la presente legislatura para darnos cuenta: trasladar la defensa judicial de los Mossos de Interior a Presidencia (con lo cual muchas acusaciones particulares a los autores de disturbios no llegarán a los tribunales) e impulsar una comisión de estudio sobre el modelo de orden público. Dos decisiones que reflejan hasta dónde llega el grado de desconfianza del Gobierno respecto a la policía. Para el Gobierno de la Generalitat de Cataluña, nuestra policía ha pasado de la presunción de inocencia, a la presunción de culpabilidad... Y así nos va.

La expresión «tolerancia cero» ante el vandalismo parece haber desaparecido del diccionario del Gobierno de la Generalitat, a instancias de la CUP, y lo estamos pagando.

Cuánta razón tenía Albert Batlle al manifestar que se hace difícil defender la autoridad policial (y la autoridad en general) cuando el President de la Generalitat se dedicaba a cortar carreteras o cuando la Presidenta del Parlament de Catalunya visitaba raperos encarcelados por delitos que tienen mucho que ver con el ataque a la autoridad policial, entre otros.

No revertir esta situación de la noche a la mañana, la lluvia fina de deslegitimación de instituciones como la policial ha acabado calando a base de persistencia. Hay que persistir, pues, en sentido inverso desde ahora mismo. Urge restituir la autoridad policial, como expresión de confianza en nuestras instituciones democráticas, y como garante de la seguridad y de la convivencia. No hacerlo nos lleva al colapso.

Ramon Espadaler es secretario general de Units per Avançar