«Así no volvemos»: la campaña de familias y profesores para flexibilizar la vuelta al colegio si sigue la pandemia

Familias, docentes y profesionales de distintos ámbitos contrarios a la vuelta a las aulas en las actuales condiciones sanitarias y de seguridad han elaborado en Cataluña una «Propuesta de Flexibilidad Educativa» para que los padres puedan decidir si sus hijos cursan educación presencial o a distancia a partir de septiembre. Agrupados en la plataforma «Así no volvemos», el colectivo ha redactado un documento en el que plasman en qué consiste su propuesta que, según dicen, «tiene como objetivo garantizar la salud de los niños».

Tal y como ha explicado a Efe Sesa Cameán , una de las portavoces del colectivo, la idea se basa en tres principios: voluntariedad, colaboración y control. La voluntariedad se refiere a que las familias interesadas puedan elegir la opción de educación a distancia, la colaboración establece que los padres que lo deseen asuman el compromiso de implicarse en la educación de sus hijos junto con los docentes, mientras que corresponderá a la Administración establecer los controles necesarios para asegurar que los menores están siendo educados como establece el currículo, según el documento elaborado.

Añaden los impulsores de la plataforma, que cuenta con centenares de seguidores en facebook y se está impulsando en twitter, que el resultado inmediato del plan sería una reducción de ratio y «grupos burbuja» de menor tamaño. Ello disminuiría el riesgo de contagios y aumentaría la posibilidad de flexibilizar las medidas de protección. Al margen del plan, el colectivo ha consensuado un documento base en el que se recogen cuáles son la razones en las que se basan las familias que han decidido no llevar a sus hijos a clase.

Entre ellas, muestran su incertidumbre sobre las medidas de limpieza, cuestionan la eficacia del uso de la mascarilla propuesto y consideran «especialmente preocupante» la falta de refuerzo sanitario, ya que los docentes «no son personal de enfermería». Finalmente, añaden que el plan de apertura de Educación no da confianza sobre el tratamiento de los episodios de aislamiento y que la declaración de responsabilidad que deben firmar las familias «no garantiza que éstas no oculten síntomas».