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José García Domínguez - Punto de fuga

Nadie conocía a Millet

¿Acaso alguien en Barcelona ignoraba que Millet ya estuvo alojado en una celda de la cárcel Modelo durante la década de los ochenta tras orquestar una gran estafa financiera?

«Fui a ver al señor Millet porque unos amigos me dijeron que era un mecenas. Y él me pagó porque me avalaba mi trayectoria nacionalista», depondría ante la comisión del caso Palau el patriota a jornada completa Àngel Colom. El mismo Colom que en ... su día fundó aquel efímero Partit per la Independència, un chiringuito instrumental auspiciado por los convergentes con mando en plaza para tratar de frenar el ascenso de ERC cuando Carod y Puigcercós. El desprendido mecenas Millet, viendo que el «noi» era un buen patriota, le regaló un talón al portador que cubría la totalidad de las deudas de un montaje de circunstancias creado a mayor gloria del tardopujolismo agónico. Cosas veredes, que diría el clásico. Aunque, empezando por Artur Mas, el patrón en la sombra de los principales beneficiarios de aquel submarino en quiebra, parece que nadie en la ciudad de los prodigios conocía, ni siquiera de vista, al tan desprendido mecenas Millet. Aquel apellido solo le sonaba al pobre Colom. ¿O acaso también va a ser mentira cuanto confesó Colom, ese esforzado empleado de Mas, ante los diputados en el Parque de la Ciudadela?

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