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El mejor lugar para encontrar trabajo o una habitación

El mejor lugar para encontrar trabajo o una habitación

Los locutorios regentados por inmigrantes hispanoamericanos son actualmente los más numerosos en Cataluña, superando a otros colectivos de extranjeros como los paquistaníes, que hace diez años predominaban en este tipo de establecimientos de telecomunicaciones. Los hispanoamericanos han convertido sus locales en un centro de reunión social y en un espacio donde sus compatriotas pueden encontrar habitación o trabajo a través del boca a boca.

Danitza Monasterio, que nació en Beni (Bolivia), es la nueva propietaria de un cyber locutorio de Badalona que, además de diez cabinas y diez ordenadores con internet, cuenta con un salón de peluquería para su clientela. El local, ubicado a unos cincuenta metros de la estación de Renfe de Badalona, es como un centro social donde los inmigrantes buscan principalmente habitación y trabajo. En el tablón de anuncios hay ofertas de alquiler de habitaciones por 200 euros al mes o de una «chica responsable para tareas domésticas, cuidados de ancianos y niños», pero las mejores oportunidades sólo las conoce la dueña.

«Muchas vecinas me piden que les envíe una «paisana» (sudamericana) a su casa para que les ayude en la limpieza del hogar o para hacerse cargo de sus hijos o de sus padres», explica la boliviana, que confiesa que se siente un poco intermediaria y asistente social.

«Los clientes se paran en la tienda para contarme sus problemas de familia, de trabajo..., pero no me importa porque me gusta ayudar a la gente», apunta. Por el locutorio de la avenida Martín Pujol, que abre los siete días de la semana de diez de la mañana hasta las diez de la noche, pasan diariamente más de 200 personas. La mayoría de la clientela es hispanoamericana, como su propietaria, que cuenta con la ayuda de su marido, René, para llevar el negocio. Su esposo, que trabaja por la mañana en la construcción, cierra todas las noches el local.

Piensan en el retorno

Danitza y René se embarcaron el pasado mes de julio en este negocio étnico que les traspasó un compatriota que regresó a su país. La pareja de bolivianos también piensa en el retorno de aquí a unos años. Con el dinero ganado en los siete años que llevan trabajando en Cataluña, ya se han construido una casa en Cochabamba, el pueblo de su marido, donde pasan las vacaciones de verano.

Pese a la llamada del reloj biológico, la mujer, de 31 años, explica que han invertido todos sus ahorros en cyber locutorio y que, por tanto, los niños tendrán que esperar. Danitza no descarta tener hijos catalanes, pero insiste en que su idea es volver a su país dentro de cinco o siete años. «Depende de cómo vaya el negocio», concluye.

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