El Liceu «enfrenta» a Mozart con Martín y Soler
«Il burbero» y «Le nozze di Figaro» se alternan en La Rambla desde este fin de semana
El Liceu «enfrenta» a Mozart con Martín y Soler
Aunque Jordi Savall, director que llevará la batuta en las funciones de «Il burbero di buon cuore» —del valenciano Vicente Martín y Soler y que el Liceu estrena el próximo viernes—, afirmara en rueda de prensa que el compositor levantino «no es el Mozart español ... sino nuestro Rossini», la contemporaneidad entre ambos, unido a la gran admiración que Mozart le profesaba al español (incluso lo cita en su música), la historia dice que con el paso del tiempo el talento del en su época exitoso Martín y Soler fue eclipsado por la inigualable obra mozartiana.
Para saber más acerca de este «enfrentamiento» el Liceu ha preparado para estas semanas un hecho insólito: alternar en su programación «Il burbero» y «Le nozze di Figaro», una de las óperas más populares de Mozart. Ambas tienen en común al mismo libretista, Lorenzo Da Ponte, y fueron estrenadas en el mismo teatro con solo cuatro meses de diferencia.
La alternancia entre ambos títulos será rigurosa: un día una, al otro día la otra, porque «Nozze» se estrena el sábado 28. «Burbero», por primera vez en Barcelona, llega en una coproducción del Liceu y el Real firmada por Irina Brook, con Savall en el podio y un reparto que encabezan Carlos Chausson, Véronique Gens, Elena de la Merced, David Alegret, Marco Vinco y Josep Miquel Ramon, mientras que «Nozze» podrá verse en el montaje ya conocido de Lluís Pasqual, con Christophe Rousset en la dirección musical y con un reparto muy español liderado por Joan Martín-Royo, Maite Alberola, Ainhoa Garmendia, Borja Quiza y Maite Beaumont.
En rueda de Prensa Savall afirmó no sentirse «un especial defensor de Martín y Soler» a pesar de haber sido uno de sus redescubridores cuando, a principios de los noventa, dirigió en el Liceu la ópera del valenciano «Una cosa rara». Apunta sin embargo que «teniendo en cuenta su calidad musical, si hubiera nacido en Alemania seguro que hoy sería más conocido». En cuanto a la comparación, Savall lo tiene claro: «Mozart es uno de los grandes genios de la música de todos los tiempos, como Monteverdi o Bach, y Martín y Soler fue un excelentísimo compositor. En la historia nadie alcanza la altura de Mozart, pero tampoco es justo que los grandes autores le hagan sombra a los otros».
«Burbero» se basa en una obra de teatro estrenada en París «con personajes muy humanos», explica Savall. «Su música en muchos momentos recuerda las tonadillas escénicas españolas. La de Mozart, en cambio, es tan compleja que necesita más tiempo para ser comprendida. Martín y Soler fue sin duda el compositor hispano más importante de la época. Es nuestro Rossini, no nuestro Mozart», afirmación que confirma el gran barítono zaragozano Carlos Chausson: «El gran descubrimiento de esta música es su canto “silbato” —que el cantante debe cantar casi recitando y a velocidad de vértigo—, de una dificultad rossiniana». Chausson fue también protagonista de esta ópera cuando el Real la estrenó hace un par de temporadas.
La puesta en escena que firma Irina Brook, hija del reconocido director Peter Brook, traslada la acción a la actualidad. «Como en todas las obras que dirijo, parto del texto y le soy fiel. Esta es una comedia de situaciones cotidianas y este libreto, tan bien escrito, es lo que hace la pieza interesante, a lo que se unen unos personajes actuales. Es casi como un guión de cine de Woody Allen, ya que lo que aquí pasa puede pasar en cualquier familia actual».
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