Perfil
Jaume Giró: poder económico para conectar con la vieja Convergència
El «compromiso con el país», y su red de contactos, llevan al exdirectivo de La Caixa a sumarse al ejecutivo catalán a propuesta de Junts
Jaume Giró
Convergència Democràtica (CDC) siempre fue el partido de los empresarios, «business friendly» según proclamaba Artur Mas cuando recuperó para esta formación la Generalitat en 2010, una de sus señas de identidad antes de que el proceso soberanista lo hiciese saltar todo por los ... aires. Convergència ya no existe, la Generalitat la preside ERC, la CUP negocia con todos ellos y los herederos de CDC, un Junts entre Waterloo y Lledoners, tratan de conservar su cuota y, si pueden, recuperar sus esencias. Lo explicaba ayer su líder, Jordi Sànchez, en una entrevista en el 'Ara', aludiendo al fichaje de Jaume Giró como nuevo consejero de Economía. «Nos sitúa en el epicentro del mundo económico, que es un mundo que en los últimos años no habíamos cuidado bastante». Tras la estampida de empresas a partir de octubre de 2017, lo de no haber «cuidado bastante» a las empresas suena casi a broma. Junts promete ser de nuevo «business friendly».
Es en este contexto en el que debe leerse el fichaje de Jaume Giró (Badalona, 1964) , alguien capaz de reconectar a Junts con su base histórica, y de quien se valora su solvencia en la gestión, una amplísima red de contactos, en Barcelona y en Madrid forjada en sus tiempos de altísimo directivo, así como su «compromiso con el país» –Cataluña, se entiende–, tal y como Jordi Sànchez ponía ayer en valor. Su quizás excesivo «compromiso con el país» –al menos respecto a lo que se espera de alguien que entre 2014 y 2019 llegó a ejercer como director general de la Fundación La Caixa – es lo que explica, según las fuentes consultadas, su salida del grupo bajo cuyo paraguas desarrolló su carrera profesional. Su oposición al traslado de las sedes sociales tanto de las empresas participadas como de la propia Fundación explican su distanciamiento último con Isidro Fainé. «Uno puede ser soberanista de puertas adentro, pero no dejar que esto influya al tomar decisiones », explican fuentes conocedoras de su salida.
Licenciado en Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra y diplomado en ADE en Esade, Giró comenzó como periodista económico en la delegación de Europa Press en Barcelona, una función que le llevó a conocer a una persona clave en su trayectoria. Pere Duran Farell (1921-1999) , prohombre de la empresa catalana, introductor en España del gas natural y una figura de una gran visión estratégica, tomó a un joven Giró bajo su égida. Duran Farell fue de los primeros en entender la importancia de la comunicación, de la creación de relato por parte de las empresas, y Giró se convertiría en uno de los primeros 'dircom' españoles en su formato moderno.
De allí saltó a Repsol de la mano de Antoni Brufau como responsable de comunicación y del gabinete de presidencia. Fue en esa etapa donde otras fuentes aseguran que perfeccionó uno de sus principales dotes, «su habilidad para moverse en los entresijos del poder , su capacidad también de agasajar y su gusto por el poder y sus liturgias». Regresó en 2009 a la casa madre, asumiendo el mando en el área de comunicación y relaciones institucionales, siendo responsable de los acuerdos con los principales grupos mediáticos del país. Poder, influencia e información.
Su progresión dentro de La Caixa le acabaría llevando a dirigir su Fundación, la entidad privada más importante de España y una de las mayores del mundo, con un presupuesto anual solo para su Obra Social de 500 millones.
Mayo de 2019, otro momento clave. Giró casa a su hija en Calella de Palafrugell. Reúne a lo más granado de la política y la empresa española. Boda de altos vuelos, una demostración de poder que, apuntan algunas fuentes, no acabó de gustar a Fainé, alguien que ha hecho de la discreción una marca y que espera que sus directivos se la apliquen también. Medio año después de aquella boda en Calella, Giró dejaba La Caixa. Inquieto, deseoso de seguir influyendo, se sumaría, y abandonaría, la candidatura de Joan Laporta. No lo vio claro. Antes había abierto un despacho de consultoría en Paseo de Gracia (Giró Consultants) y se convertía en editor de la revista digital 'The New Barcelona Post', un juguete para quien comenzó de plumilla. Tras toda una vida en la empresa, emprende su aventura más incierta.