Una huésped del hotel del secuestro en Barcelona: «Escuchamos gritos en el pasillo, estaba aterrorizada»

La Policía catalana revisó cada cuarto del Acta Atrium Palace hasta que consiguió liberar a la víctima: un hombre serbio que se encontraba amordazado y atado de pies y manos, según explicaron desde el Cuerpo. Hasta entonces, el resto de huéspedes, como Danielle, que se encuentra en la capital catalana con una amiga, se quedaron en sus habitaciones, tal y como les ordenaron los Mossos. «Cuando estábamos recogiendo todo para marcharnos, nos dijeron que nos calmásemos, que no nos iba a pasar nada, y que nos avisarían cuando todo hubiese acabado».

Ese aviso llegó, calcula la mujer, unos 45 minutos después. «El recepcionista nos informó de que todo estaba bien y que ya podíamos salir del cuarto», ha contado esta mañana a las puertas del hotel. Todos los huéspedes pudieron abandonar sus habitaciones cuando los Mossos detuvieron a uno de los secuestradores: un hombre armado, de 32 años, que sería de nacionalidad colombiana.

Otros turistas vivieron el secuestro desde el exterior del alojamiento. Este fue el caso de Alessandro Almeida, un brasileño que se encuentra de vacaciones en Barcelona con su familia. Cuando iba a registrarse en la recepción, se encontró con el despliegue policial a sus puertas, donde efectivos de la Brigada Móvil y de las Áreas Regionales de Recursos Operativos (ARRO) blindaban la Gran Vía, en su confluencia con Pau Claris. También se activó el Grupo Especial de Intervención (GEI), que no llegó a intervenir.

«La Policía cercó el edificio, nos colocaron fuera del perímetro y estuvimos esperando unas dos horas», ha contado. Preguntando por si tuvo miedo, ha explicado que la situación fue «tensa. Nuestras pertenencias estaban dentro del hotel y no sabíamos que iba a pasar».

En estos momentos, los Mossos d'Esquadra aún buscan al resto de secuestradores. Según alguna fuentes, serían tres hombres. Durante la mañana de este viernes, hasta una decena de furgones de las Arro y la Brimo se han movilizado por el centro de la ciudad, en lo que, todo indica, sería el dispositivo de búsqueda de los sospechosos.