Las hermanas asesinadas viajaron a Pakistán engañadas pensando que su madre estaba en el lecho de muerte

Todo empezó hace un par de meses, cuando Azra Bibi, la madre de las chicas, viajó de España a Pakistán preocupada por el paradero de su hijo menor, Fakhar Abbas. No tenía noticia sobre él desde hacía tiempo, pero sabía lo que es perder a un hijo, puesto que en 2015 el hermano mayor de la familia se ahogó en un canal con 18 años.

Azra Bibi dejó en España a su marido, Muhammad Abbas , y viajó a la localidad de Gujrat, en la provincia de Punjab, donde le esperaba un complot organizado por algunos miembros de su familia para asesinar a sus dos hijas, Arooj y Aneesa Abbas.

Estas chicas vivían en la localidad catalana de Tarrasa desde hace años, estaban en contra de los matrimonios forzados con sus primos de Pakistán y habían exigido el divorcio reiteradas veces. Esta exigencia no sentó bien en el seno de su familia de Punjab , que lo que querían de ellas era que agilizaran el proceso burocrático para que sus maridos se mudaran a España.

Así pues, los dos hermanos mayores de las chicas, Shehryar y Asfandyar Abbas, recibieron a su madre en Gujrat y la retuvieron incomunicada algo más dos meses con el fin de preocupar a sus hijas.

Con el pretexto de 'defender el honor de su familia', llamaron a Arooj y Aneesa y les dijeron que su madre estaba muy enferma, que debían viajar a Pakistán enseguida para despedirse de ella . Una vez allí, las chicas fueron arrastradas por uno de sus hermanos, dos tíos, los dos maridos (de nombre Atiq y Hasan) y por sus suegros, que les colocaron pañuelos por el cuello para asfixiarlas y después les dispararon.

Todo esto sucedió frente a la madre y los niños de la casa, que fueron testigos oculares de los brutales asesinatos. Según ha contado un pariente cercano de las víctimas al diario 'Dawn', Azra Bibi fue evacuada de la ciudad después del entierro de las jóvenes de 21 y 24 años . Contó que uno de los sospechosos, Hassan Auragzaib, también lanzó amenazas de muerte sobre ella, pero ahora está tranquila porque Hassan está bajo custodia policial, igual que la mayoría de sospechosos.

Mientras van apareciendo detalles sobre las circunstancias del asesinato, en España se vive una gran conmoción. «Tengo a dos hijas muertas y a dos hijos en la cárcel: no sé qué pensar», aseguraba este lunes a última hora del día Ghulam Abbas, el padre de Arook y Anisa. El progenitor, con el quién 'El País' habló ayer en Tarrasa, comenta que las dos hermanas abandonaron el domicilio tras la presión continua de Shehryar, uno de sus hermanos y el que sería uno de los principales autores del doble asesinato.

Ghulam confirma la versión que confirma la prensa local de que a las dos jóvenes les tendieron una trampa y que los familiares implicados en su muerte pretendían que ellas volvieran a España con sus maridos . Arooj estaba casada con su primo Hassan y Anisa con otro primo, Atiq. Ellos, sin embargo, estaban en Pakistán y las dos jóvenes empezaron a hacer sus vidas en Tarrasa, lo que no gustó a Shehryar. Hace poco, cuenta el mismo medio, él viajó con su madre y otro hermano a pasar unas vacaciones. Más tarde llegó la «trampa» con la que las jóvenes acudieron a Pakistán.

El padre acudió a comisaría para declarar pero no lo pudo hacer porque no había ningún traductor de urdu. Este martes ha vuelto de nuevo a la sede policial, ya con intérprete, para prestar declaración.