La Justicia reconoce la invalidez absoluta a una enferma de fibromialgia

La sentencia da la razón a una veterinaria de Gerona a la que la Seguridad Social solamente reconocía la incapacidad permanente total, es decir, que consideraban que no podía trabajar en su profesión. Así lo ratificó el Juzgado de lo Social número dos de Girona en una sentencia de febrero de 2011.

Sin embargo, la afectada, representada por el despacho de abogados Díaz Tarragó recurrieron al Tribunal Superior alegando que no sólo no podía ejercer su profesión sino que no podía trabajar en ningún trabajo. Ahora la Sala Social del TSJC a dado la razón a la demandante y ha considerado que “no se trata de la mera posibilidad del ejercicio esporádico de una determinada tarea, sino de su realización conforme a las exigencias mínimas de continuidad, dedicación y eficacia, y estando por ello incapacitado para asumir cualquier género de responsabilidad laboral por liviana o sencilla que sea la profesión u oficio elegido".

Añade que "una fatiga crónica que se califica de grado III, grado de suficiente importancia y que junto con una fibromialgia de grado II implican que pueda predicarse de su situación lo señalado antecedentemente y por lo tanto proceder a estimar el motivo y entender que su situación es perfectamente incardinable en el dictado del art. 137.5 de la Ley General de la Seguridad Social”.

La sentencia de fecha 25 de abril de 2012 sienta un importante precedente para los miles de afectados por la fatiga crónica y la fibromialgia, enfermedades extendidas en la sociedad actual. En Cataluña, alrededor del 2,4% de la población de más de 20 años la padece, según datos del Parc de Salut Mar. La mayoría de estas más de 150.000 personas afectadas por estos síntomas son mujeres, con porcentajes situados entre el 80% y el 90%.