Enjaulados

De hecho, el “proceso” es una inmensa jaula en que están pillados los independentistas, los “unionistas” y los “silenciosos”. Los primeros, de conciliábulo en conciliábulo, 1) brindan emociones y épica a la parroquia independentista –la ANC y asimilados con su referéndum “legal” o unilateral, su movilización permanente como si del trotskismo nacionalista se tratara y sus performances callejeras-, 2) especulan e intrigan –incluso, se espían entre sí porque nadie se fía de las intenciones del vecino- sobre la fecha y pregunta del referéndum ilegal, y 3) coaccionan a los tibios –con una sonrisa, por supuesto- en nombre de la República Catalana y por el bien de Cataluña y los catalanes. Por su parte, los “unionistas” y los “silenciosos” están enjaulados –pillados- a su pesar. Y resisten, como pueden, el tedioso y recurrente discurso nacionalista y la consiguiente propaganda independentista. Además, el “unionismo” sobrelleva la provocación, displicencia y risitas de la prepotencia independentista. Por su parte, los “silenciosos” bastante trabajo tienen para pasar desapercibidos, no fuera que… Alguien dirá que los otros son iguales. No confundan a quien defiende el Estado de derecho con quien quiere demolerlo.

Nota optimista para los demócratas enjaulados: “Dentro de pocos años todo eso se olvidará, y quienes lo recuerden lo considerarán una manera como otra de perder el tiempo, cosa relativamente grave en un país que hace tantos siglos que lo pierde” (Josep Pla).