Decenas de fieles siguen en la calle el rezo de un imán en El Vendrell pese a la orden de confinamiento

Varios vídeos que se han viralizado durante el día de hoy muestran al imán mientras a su alrededor se juntan varias decenas de personas. La policía local , que se personó en el lugar de los hechos, no impidió la concentración ni impuso multas, según confirmaron testigos presenciales.

Según ha informado Diari de Tarragona , la Associació Joves i Esport de Catalunya de El Vendrell había informado al Ayuntamiento la pretensión que desde un balcón el imán haría la llamada al rezo que se realiza el viernes antes del inicio del Ramadán, la próxima semana. La mezquita está cerrada por la orden de confinamiento, por lo que se pidió autorización para realizar el rezo desde un balcón de la carretera de Valls, en el casco histórico de la capital de la comarca del Baix Penedès.

Pese a ello, el imán acabó saliendo a pie de calle para realizar el rezo con un megáfono, momento en el que comenzaron a juntarse una cincuentena de fieles para seguir la oración . Según informa la prensa local, la policía municipal se personó en el lugar, permitiendo el acto y no imponinendo multas.

Según los mismos medios, el alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez, reconoció que el Ayuntamiento había recibido la notificación para la realización del rezo desde el balcón, pero no para la concentración: « No había autorización para nada más porque el real decreto del gobierno lo deja muy claro».

La difusión de las imágenes ha generado polémica en la localidad tarrconense, y varias personas hicieron notar la permisividad en contraste con otras actuaciones. Así, la Policía Nacional pidió a una veintena de personas que participaban en los oficios del Viernes Santo en la catedral de Granada que desalojaran el templo. Los fieles salieron de uno en uno antes de que acabara la celebración y tras recibir la comunión. No fueron sancionados.

Según informaron a Efe fuentes de la Policía, la unidad adscrita a la Junta, que refuerza las tareas de vigilancia durante el estado de alarma, avisó de la entrada de personas al templo y movilizó a los agentes hasta la Catedral de Granada.

En el interior del tempo, el arzobispo, Francisco Javier Martínez, estaba llevando a cabo el oficio religioso de Viernes Santo, ceremonia que fue interrumpida para comunicar a la veintena de personas que asistía a la eucaristía que no podían permanece allí concentrados.