Cuando Cs luchaba por la fiesta

De las trincheras a la tibieza, y hasta el olvido. Así ha sido la postura de Ciudadanos (Cs) y su líder Albert Rivera ante la Fiesta. Por eso de que la hemeroteca es uno de los grandes enemigos de los políticos, releer ahora lo que el joven Rivera decía ante el debate en el Parlament que llevó a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña en julio de 2010, produce como poco desconsuelo.

Ordenando papeles me vuelve a la mano el artículo que Albert Rivera escribió en este periódico con motivo de la Feria de San Isidro de aquel año. «Las circunstancias políticas en Cataluña, donde los nacionalistas pretenden prohibir las corridas de toros por ley, han hecho que Ciudadanos se haya convertido en una pieza clave para desactivar ese intento prohibicionista», Rivera dixit. Reconocía que no entendía de toros, pero insistía en que «nuestro argumento para defender la continuidad de la Fiesta en Cataluña ha sido muy claro: la libertad de los ciudadanos de ir a los toros». En realidad ese fue su argumento y por eso los aficionados creyeron en él, y hasta lo sacaron a hombros de la plaza Monumental en la Feria de la Merced del año de la prohibición, precisamente por su inequívoca postura.

Pero aquel lanzarse a las trincheras para luchar por la Fiesta, se fue diluyendo, y ahora de aquello apenas queda nada. Tras la abolición, Ciudadanos se fue enfriando. Hasta alguno de sus eurodiputados votaron en contra o se abstuvieron en las ayudas de la PAC para las ganaderías bravas. El propio Rivera, que también recibió los honores de los aficionados nada más ni nada menos que en la Maestranza sevillana, demostró frialdad, u olvido, ante los toros, que cualquiera sabe, cuando el Gobierno aprobó la bajada del IVA cultural, y tan apenas asomó la patita cuando el Tribunal Constitucional tumbó la prohibición en octubre del año pasado. Respetó la sentencia, aunque se mostró partidario de hacer un debate «a nivel nacional».

Pues eso, que la hemeroteca tiene estas cosas, como el arte de birlibirloque.