La contaminación del tráfico reduce la capacidad de atención de los niños

El trabajo confirma que los niveles diarios de dióxido de nitrógeno (NO2) y carbono elemental (o carbono negro), que son dos de los contaminantes asociados al tráfico , producen fluctuaciones en la función de la atención de los niños.

Así, los días en los que los alumnos estuvieron expuestos a unos niveles más altos de contaminación se constató «un retraso equivalente a más de un mes en la mejora natural de la velocidad de respuesta» de acuerdo con el desarrollo que deberían tener por su edad.

Los jóvenes fueron evaluados con un test y «la respuesta de niños y niñas fue más lenta y menos consistente en los días con los niveles más altos de contaminación atmosférica relacionada con el tráfico en el ambiente» , destaca el artículo.

«Estamos ante una evidencia más acerca de la necesidad de evitar la contaminación atmosférica en el entorno de los centros escolares , y muy especialmente la procedente de los vehículos diésel», concreta Jordi Sunyer, investigador del ISGlobal y profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.