La colección de arte de Muñoz Ramonet pertenece a Barcelona
El TS ratifica que el legado, incluido el palacete de Muntaner, es del Ayuntamiento
à. gubern
Daría para el guión de una película: unos orígenes humildes, una fortuna que comienza con el estraperlo, un coctel de relaciones sociales y políticas y, al final, una valiosa herencia en disputa. La película sobre el legado de Muñoz Ramonet escribió ayer puede que su ... último episodio, al confirmar el Tribunal Supremo que el Ayuntamiento de Barcelona es el legítimo propietario del palacete del Marqués de Alella (Muntaner esquina con Marià Cubí) y las obras artísticas, unas 300 piezas de gran valor, que hay —o debería haber— en su interior.
Las cuatro hijas de Julio Muñoz Ramonet nunca aceptaron que su padre, fallecido en 1991, legase al Consistorio el legado en disputa —la condición que estableció fue que este fuese exhibido—, iniciándose un larguísimo litigio que ahora parece que llega a su fin. La sentencia del TS, que ratifica una anterior de la Audiencia de Barcelona de 2009, confirma que el «magnate» nunca tuvo voluntad de desposeer al Ayuntamiento de dichas propiedades, y sí en cambio quiso retirar a sus cuatro hijas de la gestión de dichos bienes.
El Consistorio de Barcelona tardó cuatro años en enterarse de que era uno de los legatarios del último testamento de Muñoz Ramonet, fallecido en Chur (Suiza) el 9 de mayo de 1991, dos meses después de que la fiscalía de la Audiencia Nacional pidiera una pena de once años de prisión contra él por presuntos delitos de falsedad, informa Efe. En 2001, un tribunal suizo avaló el testamento del empresario a favor del Ayuntamiento, pero las herederas decidieron continuar el pleito e impidieron a la fundación disponer del antiguo palacio Marqués de Alella, en la calle de Muntaner.
En el inventario, las hijas vaciaron el legado de contenido aduciendo que las propiedades no estaban a nombre de su padre, sino que pertenecían a diversas sociedades, y recibieron una herencia estimada a principios de los noventa en 20.000 millones de pesetas (120 millones de euros), entre la cual se cuenta el recinto fabril de Can Batlló, en la Gran Vía. Se sospecha que parte del legado artístico del interior del palacete de la calle Muntaner pueda haber desaparecido. Un cuadro de Goya y otro de El Greco pertenecientes a este legado y desaparecidas desde 1990, fueron recuperados en abril de 2011 por la Guardia Civil.
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