Colau afronta la segunda mitad del mandato suspendida por los barceloneses

Prueba de ello son los datos que se conocieron ayer del barómetro semestral de la capital catalana, en el que Colau cosecha su cuarto suspenso al frente de la Alcaldía y en el que, además, ve como ERC, el primer partido de la oposición y con el que empató literalmente en 2019 le pasa por delante. La alcaldesa ha obtenido un 4,7. Aunque su nota mejora cuatro décimas respecto a la anterior encuesta, Colau lleva por debajo del aprobado desde diciembre de 2019. En el anterior mandato, siempre había conseguido más de un 5 sobre 10. Su mejor nota, con diferencia, fue el 5,8 de junio de 2015, cuando entró en el ayuntamiento con su sorprendente victoria en las urnas. Ayer, pese al suspenso, el portavoz Jordi Martí buscó los datos positivos y alegó que la gestión de la líder municipal va «en la buena dirección» porque cada vez más encuestados la aprobaban.

El lider de ERC en el Consistorio, Ernest Maragall, es el político municipal mejor valorado, y el único que aprueba, con un 5,5. Tras su nota, se sitúa el 4,7 de Colau y la misma valoración obtiene Jaume Collboni (PSC) y Elsa Artadi (JpC). Martí consideró, tras presentar los datos, que si la alcaldesa obtiene peor nota que ERC es porque ella es más conocida que el republicano.

Del barómetro también se concluye que ERC volvería a ganar las elecciones municipales y que, además, ampliaría distancia con los comunes, con quienes prácticamente empataron en las urnas de 2019. Así, en unas hipotéticas elecciones a día de hoy , los republicanos estarían en primer lugar en voto, con un 13,8 por ciento, seguido de BComú, con un 12,3, y el PSC, con un 9,6. Los resultados en anteriores encuestas daban por encima de ERC a los comunes.

También en cuanto a unos futuros comicios, el PP mejoraría apoyos y JpC también, mientras que Cs –que en 2019 se presentaron junto a Manuel Valls– apenas obtendría el 1,1% de votos, los mismos que Vox. La CUP, por su parte, conseguiría un 4,2 por ciento de los sufragios y volvería a entrar en el Ayuntamiento. Martí consideró que los buenos resultados de ERC se deberían a su «buen momento» tras haber conseguido la presidencia de la Generalitat.

Además de las cuestiones políticas, el barómetro muestra las preocupaciones de la ciudadanía. El Consistorio destacó que de los últimos resultados se «detecta un cambio positivo de tendencia que deja atrás el tono pesimista marcado por el Covid», todo ello en base a que el 44 por ciento de los encuestados consideran que la gestión municipal es buena o muy buena, mientras que un 39,2 por ciento la ve mala o muy mala.

Dejando de lado esta percepción, las problemáticas que empañan el mandato de Colau siguen siendo las mismas. La inseguridad es, de nuevo, y a pesar de la caída de la actividad en la vía pública por el Covid, el principal problema para los barceloneses, ya que el 14 por ciento de los encuestados lo sitúan en primer lugar. Esta cifra, sin embargo, está lejos de las obtenidas hace un par de años: en 2019, por ejemplo, significaba casi el 30.

Le siguen a la inseguridad la política municipal con un 8,4 por ciento de las respuestas, lo que ratifica que la ciudadanía está descontenta con la gestión del Gobierno, y la crisis generada por el Covid-19 y el acceso a la vivienda empatan, con el 8,1 por ciento de las respuestas. Mejorar la cuestión habitacional fue una de las promesas de precampaña de la exactivista, pero a la práctica sigue enquistado.