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José García Domínguez - Punto de Fuga

El Ceaucescu catalán

Los ingenieros de almas de la Generalitat que acaban de cooptar al risueño patriota Comín también han tenido que elegir

El flamante consejero Comín, perito en lunas bajo cuya muy bisoña tutela e ignotos saberes recae nada menos que la Sanidad catalana toda, no ha considerado prudente aguardar hasta la independencia antes de sentar sus reales en un despacho oficial. Bien al contrario, parece que ... hay indicios sobrados de que el asunto de su colocación se le antojaba un imperativo de la máxima urgencia histórica. Eso sí, una vez atado lo suyo, el patriota Comín ha dejado claro que no tiene intención alguna de justificar el sueldo hasta que llegue el gran día. Mientras tanto, pues, los pacientes locales seguirán haciendo cola en las interminables listas de espera del Servei Català de la Salut. Y así nos lo acaba de hacer saber sin el menor asomo de pudor por su parte.

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