Cataluña reta al supremo y sigue burlando la casilla lingüística

Ni los tres fallos de diciembre del Tribunal Supremo (TS), que exigen la cooficialidad de facto del castellano en las aulas catalanas, ni las anteriores sentencias del mismo tribunal (2008) y del TSJC (2004) —referidas en concreto a la citada casilla— han hecho reaccionar al Govern, que sigue incumpliendo la ley con la complicidad del grueso de la fuerzas políticas catalanas (excepto el PPC y C's).

Igual que viene ocurriendo desde el año 2005, la opción de ser escolarizado en castellano no aparece en la página principal del folleto de preinscripción, en la que figuran los datos del alumno, sino en un folio adjunto en el que se explicitan las instrucciones sobre cómo y dónde debe presentarse la solicitud. «MC1»Es en ese segundo folio, en el que se da a los padres la opción para que los niños sean escolarizados en castellano en el primer año de enseñanza (siguiendo el modelo de atención individualizada que establece la nueva Ley Educativa Catalana —LEC—). La propuesta aparece camuflada entre otras recomendaciones como la de usar bolígrafo y mayúsculas para rellenar el formulario.

Por si eso fuera poco, la elección no es directa, ya que las familias no tienen la opción de marcar una casilla si quieren enseñanza en castellano para sus hijos, sino que se les conmina a que se dirigan a la dirección del colegio a solicitarlo iniciando una «larga peregrinación» que, según denuncia Convivencia Cívica Catalana (CCC), «hace que muchos padres desistan». En una de las sentencias del pasado diciembre, el alto tribunal señala que «declaramos que el modelo actual de preinscripción debe preguntar por la lengua habitual a los padres o tutores de los niños preinscritos en los cursos escolares en centros sostenidos con fondos públicos».

Convivencia Cívica presentará una querella criminal contra la Generalitat por «no cumplir las sentencias judiciales». Más de doscientos padres, tal como avanzó ABC, están dispuestos a seguir sus pasos.