Cáritas alerta que los índices de exclusión de Barcelona superan la media española y catalana

El informe relaciona directamente los problemas de vivienda con la exclusión. Así, el 30 por ciento de las personas encuestadas reconoce tener problemas en este ámbito. Cáritas calcula que unas 190.000 personas viven en pisos o casas «inseguros» , es decir, en régimen de «realquiler o proceso de desahucio». Asimismo, casi 700.000 personas de la diócesis barcelonesa viven situaciones de hacinamiento o insalubridad mientras que medio millón tiene problemas de «pobreza severa» tras pagar los gastos relacionados con el alquiler, la hipoteca y los servicios de agua, luz y gas.

«Es la primera vez que al finalizar un crisis económica y social, el colectivo afectado por la exclusión severa ha aumentado», lamentó el director de la ONG eclesial, Salvador Busquets , al compartir los resultados de la encuesta realizado entre 1.600 barceloneses preguntando por sus necesidades sociales y de integración . «En ningún lugar está escrito que el desarrollo económico comporte exclusión social», ha resaltado el responsable de Cáritas, que ha reclamado más coordinación entre administraciones, así como un esfuerzo para blindar los acuerdos ante futuras coyunturas políticas.

Otra de las problemáticas que señala el informe es la precariedad laboral, así, sus responsables apuntan que el mercado de trabajo «funciona como un ventilador» y expulsa a las personas o les contratos de «muy corta duración» y con mucha parcialidad «involuntaria». Para Miriam Feu , responsable de análisis social de Cáritas, que el 27 por ciento de los menores estén en situación de exclusión es otro factor de enorme gravedad, pues las dificultades económicas en la infancia duplican las posibilidades de sufrir exclusión social en la adultez.

«No podemos dar respuesta a todas las necesidades de nuestra sociedad, pero podemos acompañar, incorporar y trabajar la dimensión comunitaria para integrar a las personas. (...) Esto está en nuestro ADN como parte de la Iglesia desde el principio. Debemos dar respuesta al mandamiento de amar a todos como si fuéramos nosotros mismos», resaltó por su parte el padre Josep Matias , delegado episcopal de la pastoral social y caritativa del Arzobispado de Barcelona. Finalmente, reclamó a la sociedad que abra los ojos a la injusticia, soledad y la pobreza.

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