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Ángel González Abad - Los martes, toros

La aldea gala de Sant Boi

La resistencia que supone que Tendido 5 se mantenga vivo, su historia a lo largo de tres décadas, tiene un significado que va mucho más allá de la información taurina

Ayer cumplió treinta años en antena el único programa radiofónico taurino emitido en Cataluña. Una auténtica aldea gala en una comunidad que vive unos momentos especialmente difíciles, con la sociedad partida en dos, con un Estatuto y una Constitución pisoteados en ese templo de libertades que debería ser el Parlament...

En Sant Boi, su Ayuntamiento, gobernado ahora por el PSC, ha entendido desde hace mucho tiempo que la libertad es un derecho tanto individual como colectivo, tanto de mayorías como de minorías. Por eso es de agradecer que, dentro de la sociedad catalana sumida en este juego perverso de la secesión, haya todavía espacios en donde la libertad y el respeto no suenan a palabrería hueca, si no que se pronuncian con la verdad por delante. Radio Sant Boi, la emisora municipal de una ciudad de más de ochenta mil habitantes, mantiene en antena, cada lunes de nueve a diez de la noche, el programa Tendido 5, una ventana de aire fresco para esos miles de aficionados a los que desde hace muchísimos años el catalanismo oficial ha querido apartar en un gueto.

La resistencia que supone que Tendido 5 se mantenga vivo, su historia a lo largo de tres décadas, tiene un significado que va mucho más allá de la información taurina, que cada semana llega a los oyentes a través de las ondas y con el gran altavoz que supone su emisión por internet. Los actuales responsables del programa, José María Alarcón y Manuel Salmerón, siguen en la lucha por la Cataluña real, esa tierra de acogida y libertades, lejos de esa otra pretendida Cataluña feliz de la sinrazón. Una lucha que comenzaron hace tres décadas Juan López «Juanele» y Miguel Marcos y que sigue en pie.

Por eso, el punto de Tendido 5 en Radio Sant Boi, en la ciudad, en el mapa de Cataluña, es como esa aldea gala de Astérix en donde la vida transcurre feliz pese al asedio. La pócima del druida es en este caso valentía frente a tanta intolerancia.

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