Una violación a punta de pistola lleva a la Policía hasta una red de explotadores sexuales en Badalona
Fue una de las víctimas la que alertó al Cuerpo cuando un individuo estaba agrediendo a otra de ellas en un piso de la ciudad
Una unidad pionera para atender a víctimas de trata: «La criminalidad forzada es el gran reto»
Barcelona
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Iniciar sesiónEra mediados de agosto. Sobre la una de la tarde, la Policía Nacional de Sant Adrià (Barcelona) recibió una llamada. Una mujer, muy nerviosa, explicó que estaba encerrada en un piso de Badalona junto a una amiga, y que allí había un hombre ... que la estaba agrediendo sexualmente, armado con una pistola. Hasta allí se desplazaron agentes del Cuerpo, junto a efectivos de la Guardia Urbana, quienes, a su llegada, se encontraron con varias mujeres mujeres apostadas en la puerta de la vivienda.
Muchas de ellas se encontraban en situación irregular en España. Tanto la mujer que realizó la llamada, como la víctima de la violación, fueron trasladadas hasta un centro médico. Posteriormente, ya como testigos protegidos, fueron trasladadas hasta Bilbao y Cádiz, donde prestaron declaración, y explicaron que eran víctimas de explotación sexual, que habían sido captadas bajo una falsa oferta de empleo para trabajar en un bar. Una vez en Barcelona, la misma mujer que las había engañado las trasladó hasta el piso de Badalona, donde fueron encerradas y forzadas a prostituirse.
El inmueble lo vigilaban tres individuos, que hacían turnos, durante las 24 horas del día. Las amedrentaban con armas de fuego, para evitar que se negasen, y luego se llevaban un 33 por ciento de la recaudación por la explotación sexual. Gracias a las dos testigos protegidas, la Policía consiguió identificar tanto a la mujer como a los tres hombres, y localizó, no sólo el piso indicado, sino también un segundo inmueble, también en Badalona, que empleaban como prostíbulo clandestino, que dirigía la misma red.
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Así, el pasado 16 de septiembre, la Policía Nacional y la Urbana detuvieron a los cuatro sospechosos, acusados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, pertenencia a organización criminal, tenencia ilícita de armas, delito contra la salud pública, detención ilegal y agresión sexual. Durante los registros en sendos pisos, los agentes se incautaron de 42.000 euros en efectivo, un hacha, dos bates de béisbol, alrededor de 35 gramos de sustancia estupefaciente, documentación y varios dispositivos electrónicos.
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