Veto a los balones de cuero en las plazas de Barcelona: el Ayuntamiento insta a jugar con pelotas de espuma

No es la primera vez, de hecho, que la capital catalana destaca por alguna acción en esta línea. El Ayuntamiento, de hecho, tuvo prohibido, y multado, durante años jugar a pelota en calles o plazas. Había carteles que lo indicaban hasta que hace unos años, en 2019, el gobierno municipal rectificó y pasó a permitirlo, eso sí, pidiendo con unos carteles renovados cuidado al darle al balón.

Ahora, el gobierno municipal, a través del área municipal de Educación, está impulsando otra medida al respecto. Dentro de la campaña 'Juguem a les places' (Juguemos a las plazas) se está pidiendo un cambio de balones duros, es decir de cuero o plástico duro, a otros que sean de espuma.

La iniciativa ha aterrizado en concreto en el barrio de Les Corts. Sus plazas seguramente más emblemáticas, la de Comas y la Concordia, estaban llenas de niños correteando y jugando cada tarde y, además de patinetes, combas y globos de agua en verano, los balones eran los protagonistas del juego. Habitual ha sido siempre que allí los pequeños jueguen usando como 'portería' ficticia la pared del centro cívico de Can Déu, la parroquia del Remei o la sede del distrito.

Conscientes de ello, el distrito de Les Corts ha arrancado una iniciativa para promover un «juego seguro» y se ha empezado a proponer un cambio de balones, de cuero a espuma. Así, se puso sobre el terreno informadores que sensibilizaran a niños y familias de ello y, lo más importante, balones para efectuar el cambio. Así, los balones se prestan en la conserjería de la sede del distrito, que precisamente está en la plaza Comas. Allí se podía hacer el cambio temporal.

El Ayuntamiento lo propone «para poder mantener el juego de pelota en las plazas y que este no pueda generar conflicto de convivencia ni situaciones de riesgo físico para ninguna persona». Además, como explicaban en un comunicado reciente, el gobierno municipal quiere avanzar en una «ciudad jugable» en la que se fomente jugar al aire libre y en la que el espacio público se aun espacio educador.

Unos meses atrás, el consistorio también puso una campaña similar en la plaza Masadas, una de las más populares del barrio de Sant Andreu. Sus comercios también tenían y ofrecían pelotas de foam y varios carteles pedían este veto al balón de cuero. Lo cierto es que, después de todo, los balones de espuma siguen rodando por las plazas de la ciudad, aunque también hay niños que siguen jugando con los balones de toda la vida.