Siete años de esperpento y diez vergonzosas estampas
Un repaso a la trayectoria del expresidente catalán fugado que este jueves ha regresado a España tras su periplo en Waterloo
Puigdemont preparó su vuelta en los últimos días sin que nadie lo vigilara
La farsa de Puigdemont puede y debe evitarse
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha protagonizado algunos de los momentos más humillantes de la política española desde la recuperación de la democracia.
Con él España ha vivido situaciones inimaginables en cualquier otro Estado de su entorno. La aventura que empezó en ... 2017 y que ayer tuvo el colofón más vergonzoso, empezó hace siete años en Gerona, donde fue visto por última vez en tierra española.
Aunque su pulso contra el Estado lo ha perdido, durante este tiempo ha tenido momentos de aparente victoria que han puesto en entredicho la verdadera utilidad de herramientas europeas tan fundamentales como las euroórdenes y el sentido de la existencia de la policía autonómica, que ayer quedó a la altura del betún y dio un insondable muestra de incompetencia y de colaboración necesaria con un delincuente.
Estas son las imágenes y las circunstancias más deplorables de una historia personal y política que cada uno de sus capítulos supone una humillación de España más terrible que la anterior.
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Puigdemont, en Bruselas en octubre de 2017
31 de octubre de 2017
Tras faltar la tarde anterior al palco de Montilivi, donde el Girona ganó (2-1) al Real Madrid, aparece en Bruselas y dice: «España tiene un pollo de cojones». El rumor, siempre negado por su entorno, es que se había fugado en el maletero de un coche. Paul Beckaert, conocido por asesorar a etarras en temas de asilo y extradición, confirma que es su abogado y anuncia que solicitará el asilo. Ante la incredulidad de propios y extraños empieza el periodo más surrealista, incierto y grotesco de la democracia española.
2
Puigdemont, con flores amarillas en Alemania
3 noviembre de 2017
El juez Llarena emite una euroorden de detención en su contra y Puigdemont se entrega a la justicia belga, que para la total estupefacción de cualquier ciudadano con conciencia europea lo pone en libertad con medidas cautelares. Los independentistas, tras haber fracasado en su golpe en España, se acostumbran a celebrar victorias europeas que ni ellos mismos esperaban.
3
Puigdemont, junto a diputados de Junts en enero de 2018 en Bruselas
21 diciembre de 2017
Puigdemont encabeza la lista de JxCat en unas elecciones y pierde 34-36 frente a Inés Arrimadas (Ciudadanos). Pero a pesar de la aplicación del artículo 155 y de tener a sus líderes en la cárcel o fugados, el bloque independentista logra la mayoría absoluta y se asegura la presidencia del Parlament y de la Generalitat. El orden ha vuelto a las calles de Barcelona y el resto de Cataluña pero no a la vida institucional y la sensación del «ho tornarem a fer» está amenazadoramente presente. El pesimismo y los peores augurios se instalan en la vida cotidiana de la Cataluña no revolucionaria.
4
Puigdemont, en su refugio de Waterloo
3 de febrero de 2018
Puigdemont se instala en un lujoso chalé de Waterloo al que llama Casa de la República. Inicialmente comparte residencia con los también fugados Toni Comín y el rapero Valtònyc. El constante peregrinaje de partidarios acaba por angustiar al líder, que sale a recibirlos con chaleco antibalas por miedo a ser asesinado, y da a probar a su escolta la comida catalana que le regalan los visitantes.
5
Puigdemont abandona las dependencias judicialesen Alemania
25 marzo de 2018
Puigdemont es detenido en Alemania cuando cruzaba la frontera desde Dinamarca e ingresa en la prisión de Neumünster pero la alemana descarta el delito de rebelión, y la Audiencia de Schleswig-Holstein decide extraditar a Puigdemont por malversación de fondos pero no por rebelión. Otra decepción europea, otra victoria de los independentistas, que caricaturizan a España casi como una dictadura por la decisión de un país que no reconoce la rebelión como delito entre otras cosas porque están de entrada prohibidos los partidos contrarios a los principios constitucionales. Los independentistas continúan celebrando un partido que en realidad no se está jugando pero que en su contabilidad simbólica van ganando. Llarena rechaza la entrega de Puigdemont sólo por malversación y retira la euroorden.
6
Asistentes al acto de Puigdemont en Perpiñán
29 de febrero de 2020
Puigdemont logró reunir en Perpiñán a 150.000 personas. Ningún líder político europeo tenía entonces aquella capacidad de movilización. La abrumadora muchedumbre no estaba políticamente articulada ni siquiera era relevante en la política catalana, que si rebasaba los límites de la legalidad era como mera provocación al Estado y sin ningún recorrido. Pero era agobiante y muy desagradable la permanente sensación de que la sociedad catalana no evolucionaba y permanecía anclada en el rencor y a la espera de cualquier incidente para volver a incendiarlo todo, aunque supiera de antemano que la independencia era inalcanzable. Meses más tarde se supo que aquella concentración propició uno de los principales focos de contagio de Covid del sur de Europa. La pandemia cambió las prioridades del mundo y tal como el ataque a las Torres Gemelas fue el principio del fin de ETA, el confinamiento supuso el principio del fin de la fiebre revolucionaria en Cataluña.
7
La vicepresidenta Yolanda Díaz y el expresidente independentista
4 de septiembre de 2023
Con el repentino adelanto electoral con que Sánchez quiso drenar los malos resultados de su partido en las elecciones autonómicas del mes de mayo, Junts obtuvo el peor resultado de su historia en unas elecciones generales, pero obtuvo siete diputados decisivos para que Pedro Sánchez pudiera continuar en La Moncloa. El precio fue la amnistía para los acusados y condenados por los delitos del proceso independentista. La primera imagen que sugirió que el acuerdo podía estar cerca fue la que dejó la reunión en Bruselas de Puigdemont con toda una vicepresidenta del Gobierno: Yolanda Díaz.
8
Santos Cerdán y Puigdemont conversan en Bruselas
8 de noviembre de 2023
La noticia se filtra de noche, casi de madrugada. Puigdemont anuncia «un pacto histórico» con el PSOE que contempla la amnistía para él y sus compañeros de fechorías a cambio de favorecer la investidura de Pedro Sánchez con sus siete diputados imprescindibles. La foto del forajido con el secretario de organización y número 3 del PSOE, Santos Cerdán, era la estampa que borraba el mayor delito que se ha cometido contra más de la mitad de la sociedad catalana. En nombre de la convivencia se vendía el sufrimiento y el dolor de millones de ciudadanos, que fuimos miserablemente atropellados y ahora parece que somos nosotros los que tenemos que pedir perdón.
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Puigdemont, en su vuelta a España