Camiseta Sudada salva al Bifugado

No es extraño que su creador ande metido de hoz y coz en la política de ese Estado Español que presuntamente le oprime. Parecía que su secta, conocida como Junts, salía por fin del armario para proclamar que es de derechas; que su modelo de sociedad se acerca más al PP que al gobierno de coalición progresista del que suda la camiseta buscando votos bajo las piedras. Pero no. Advino la descongelación: más chantajes al Sudoroso. Le llaman cuestión de confianza, competencias de inmigración, pero en realidad es la amnistía que no alcanza al inquilino de Waterloo por aquello de la malversación de caudales públicos que la ley no contempla.

Mejor liarla en Madrid, rumia Puigdemont, porque en su chiringuito belga se ha liado parda. Para entender sus cuitas, una ojeada al plantel que aspira a sucederle desde que el pasado noviembre se fugara -otra más- de un Consell hecho unos zorros. Como las acusaciones a su vicepresidente, Toni Comín, de despistar fondos de la cosa para su cosa. Suspendido de eurodiputado, Comin opta a la presidencia y el rapero Valtonyc le adjudica «transferencias personales a su cuenta mientras que las deudas del Consell con los proveedores crecían y las donaciones disminuían».

Si Comín, acusado también de acoso sexual, no es la mejor opción para renovar el invento, las alternativas no son para tirar cohetes. Entre lo más friki de la media docena de candidatos, Lluís Felipe Lozano, que se presentó en las anteriores elecciones y solo sacó un 0,8 por ciento de votos. Es fácil entender tan exiguo porcentaje: propone negociar con Argelia la creación de un microestado catalán en el barrio Bab El-Oued de Argel donde hace sesenta años hubo una colonia de catalanes. Reconvertido en Estado Catalán desmilitarizado, se gestionaría como un Resort «con una oferta cultural en catalán y viviendas para familias catalanoparlantes». Así como lo leen. Insuperable.

El resto de las candidaturas abundan en las estrategias que han sido la causa del fiasco independentista. Jordi Castellà -no confundir con Toni- persiste en la frikada de equiparar Cataluña con las colonias de Guinea Ecuatorial y el Sahara para pedir a la ONU una República Catalana independiente. Antoni Walter Castelló dice que menos tertulia y más acción por la independencia, aunque no especifica cómo. El abogado Jordi Domingo quiere poner orden; insinúa que Comín debería largarse y que Junts -o sea, Puigdemont- ostenta demasiado peso en el Consell. Montserrat Duran, la única mujer de la hilarante comitiva -¿Paridad? Connais pas!- regurgita desde la plataforma REvolucionemNos las mismas consignas que la declinante ANC: que sí las bases por encima de los partidos, bla, bla, bla…

¡Menudo dolor de cabeza para el Bifugado! Lo que había de ser una Generalitat a medida convertido en jaula de grillos. Menos mal que Sánchez está ahí, sudando la camiseta, a las órdenes de Waterloo… ¡Que delicia apretarle las tuercas con los siete escañitos del Congreso! ¡Sade y Sacher-Masoch no lo habrían podido soñar!