SHAMBHALA
Colau llega primera
Tal como hoy están las cosas, con un Trias que recoge el voto útil que Collboni desperdicia, y Colau reteniendo lo suyo, lo más probable es que la alcaldesa llegue primera y que Collboni no pueda ni ser segundo
Eliminar a Dani (25/05/2023)
Yo votaré a Jaume Collboni (20/05/2023)
Gana Colau, gobierna Collboni (09/05/2023)
Barcelona
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Iniciar sesiónMe he pasado la campaña diciendo que votaré a Jaume Collboni por ser el voto útil contra Ada Colau. Pero las últimas encuestas publicadas por 'El Periódico' a través de su periódico en Adelaida -para driblar la absurda norma electoral de no poder publicar ... encuestas la última semana de campaña- revelan que la alcaldesa retiene con gran fidelidad a su votante y que el voto contra ella se dispersa de manera desigual y cambiante. Ayer Colau y Trias empataban a 10-11 escaños y al 22% de los votos. Collboni quedaba atrás con el 20% y una horquilla de entre 9 y 10 concejales.
Yo no quiero hacerles un lío, pero tampoco quiero mentirles. Por eso me parece oportuno escribir este artículo de urgencia y advertirles de que si van a hacer el sacrificio de no votar a quien quieren, como tantos estamos dispuestos hacer con el único objetivo de que la ciudad tenga otro alcalde a partir del domingo, pensemos bien o por lo menos tengamos todos los datos para pensar mejor cuál debe ser el sentido de nuestro sufragio. Es verdad que Trias tiene el inconveniente que va de la mano de Puigdemont, y que sin ir más lejos la semana pasada, en una cena con empresarios en su casa, dijo tales barbaridades sobre la independencia de Cataluña, sobre que hablaba cada día con Jordi Pujol, cada día, y sobre que Puigdemont le había pedido expresamente que se presentara para dar el vuelco y derrotar a Esquerra en las elecciones generales de diciembre, que los invitados salieron de la casa como quien sale de un hotel que no toca a media tarde, mirando a cada lado, por si pasa su cuñada. Entiendo que por muy voto útil que pueda ser votar contra Colau, se haga difícil la idea de votar a Xavier Trias, que es votar a Junts, y es votar a Puigdemont.
Ustedes verán cómo gestionan sus ascos. Yo lo que les digo es que hoy Colau y Trias parecen los que están más cerca de llegar el primero, y que ese al que les dije que teníamos que votar para echar a la alcaldesa ha quedado descolgado y podría muy bien ser que tras haber hecho el sacrificio cívico de votarlo, no sirviera absolutamente de nada.
Hace cuatro años, tras las últimas elecciones municipales, algunos pensamos que era conveniente que Manuel Valls y Ciudadanos apoyaran la investidura de Colau, por no darle la alcaldía a Ernest Maragall (ERC), que había ganado las elecciones. Yo creo que ahora ni el independentismo, ni siquiera Puigdemont están en aquel nivel de excitación y que el hecho de que uno de su partido controle Barcelona no es más grave que el tercermundismo al que nos condena la actual alcaldesa. Jaume Collboni, y esto quiero consignarlo, es tan poca cosa y resulta tan poco interesante, y sus intervenciones públicas son tan insustanciales, que la gente se ha cansado de tener que tragarse este sapo. Es importante que esto se lo cuenten a sus hijos o a sus nietos. No basta con ser el elegido, no basta con ser el heredero, no basta con que las circunstancias sean propicias. Hay que ser generoso, hay que ser luminoso, hay que darlo siempre todo. No se puede ir por la vida como Jaume Collboni, haciendo de escudero de Colau de la manera más barata y acomodaticia, dejando el gobierno municipal cuando faltaba un año para las elecciones del modo más oportunista -y con esa indignación de duquesa fingida-, y con un discurso tan soso y tan previsible que ni los que tendríamos ganas de que por fin Barcelona volviera a la brillante senda de los alcaldes socialistas hemos podido sentir por él ni el menor entusiasmo. No es que haya hecho nada mal. Es que no ha hecho nada, es que no ha dado nada, es que nos ha pedido su voto a cambio de un plato de sopa que está vacío y que además era agua.
Lo que sí ha mejorado en los últimos días es la predisposición de algunos partidos a pactar una vez conocidos los resultados. En el caso de que gane Ada Colau, si Collboni quedara segundo (hoy parece poco probable), podría ser alcalde con el apoyo de Junts y de Esquerra. Sería el ensayo general de Puigdemont para pactar con Sánchez en diciembre. Si es que PP y Vox no logran la mayoría absoluta. Es verdad que Pedro Sánchez estaría echando de la alcaldía de Barcelona a la socia principal de Yolanda Díaz, a quien necesita imperiosamente para gobernar a partir de diciembre, si es que tiene alguna posibilidad de hacerlo, pero también es cierto que por mucho que se enfade Yolanda Díaz no tiene otra alternativa que acabar pactando lo que sea con Pedro Sánchez para mantenerse en el poder. De modo que su enfado puede ser grande, pero su pataleta tendrá que tender a más bien pequeña. Esquerra no será un problema en esta alianza, a fin de cuentas está acostumbrada a entregar el poder a socialistas que no han ganado las elecciones.
Más complicado de calcular sería el escenario en que Xavier Trias es el que queda primero. Y en ese caso la segunda sería Ada Colau seguro. ¿Estarían dispuestos PSC y Esquerra a permitir que Trias fuera el alcalde o se unirían en tripartito para que Colau continuara en su cargo? El independentismo ya no se ve como una amenaza, aunque darle alas a Puigdemont es un acto de gravísima irresponsabilidad. Es un escenario poco probable. Si Colau gana y Trias queda segundo, es prácticamente segundo que la alcaldesa continúa.
Las elecciones del domingo en Barcelona no las juegan los partidos concretos, sino dos grandes y transversales equipos: los que tienen la prioridad anticolauista y los que tienen la prioridad antiindependentista. Uno de estos dos sentimientos se impondrá al otro -por muy escaso margen- y así sabremos quién va a ser el alcalde.
Más allá de no ser partidario de sus políticas económicas, no puedo dejar de reconocer a la señora Colau el inmenso mérito político que por su parte tiene haber llegado a los últimos días de la campaña en perfecta disposición de ganar. La alcaldesa es un indiscutible animal político, ha hecho una campaña magnífica, no ha cometido ningún error, se ha dirigido exactamente a los suyos y les ha dicho exactamente lo que tenía que decirles. Me gustaría que tuviera otras ideas sobre los hoteles, sobre la restauración, sobre las terrazas, sobre el crecimiento económico, porque entonces podría premiar sus bastantes virtudes con mi voto.
Tal como hoy están las cosas, con un Trias que recoge el voto útil que Collboni desperdicia, y Colau reteniendo lo suyo y en tímido avance por el centro, lo más probable es que la alcaldesa llegue primera y que un Collboni descolgado no pueda ni ser segundo para intentar ser alcalde aunque haya perdido.
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