Puigdemont admite que el mosso Escolà lo «acompañó y ayudó» en su huida a Bélgica

En una declaración como testigo por videoconferencia, Puigdemont ha intervenido en el juicio, que se celebra en la Audiencia de Barcelona. A preguntas de la defensa de Escolà, ha defendido que el mosso es un «amigo y patriota, que si está en este juicio es porque ha prestado un servicio al país». «Yo le he visto sufrir mucho, sacrificando su vida privada, para poder acompañarme en un momento en que las autoridades españolas incumplieron la ley y no garantizaron mi protección».

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Elena Burés

El intendente Toni Rodríguez señala que el sargento Lluis Escolà aprovechó vacaciones y permisos para viajar a Bélgica con el expresidente, al que ayudó a huir tras la aplicación del 155

Así ha hecho referencia al estatuto del expresidente -ley 6/2003-, cuyo artículo seis reza que «corresponde al Gobierno regular el régimen estatutario de los ex presidentes de la Generalitat, determinar los medios personales y materiales que deben ponerse a su disposición, establecer el régimen de precedencias que correspondan en los actos públicos a que asistan y adoptar los servicios de seguridad que se consideren necesarios». En este caso, pese a que Puigdemont lo pidió en junio de 2018, el Ministerio del Interior le denegó la escolta.

Pese a ello, ha negado que contratase a Escolà para que le brindase «protección». «De ninguna de las maneras», ha contestado al abogado Gonzalo Boye. Puigdemont también ha negado haber intervenido, a través de un tercero -Albert Ballesta, quien le sustituyó al frente de la alcaldía de Gerona cuando el fue nombrado 'president'- para que el sargento obtuviese una excendencia y poder así ejercer como su escolta en Bélgica.

Los Mossos d'Esquadra abrieron un expediente disciplinario a Escolà después de que acompañase a Puigdemont en su huida. Por este motivo, el Cuerpo lo destinó a la comisaría de Martorell (Barcelona) de forma provisional, pero nunca pisó su nuevo destino. No lo hizo porque encadenó permisos y vacaciones, que aprovechó para viajar a Bélgica. Luego cogió la baja médica, y obtuvo el alta cuando Buch lo nombró asesor. A pesar de lo cual, recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, siguió desplazándose a Waterloo.

La tesis de la acusación es que el nombramiento obedeció a garantizar la escolta de Puigdemont, por ello el fiscal pide seis años de cárcel para el exconsejero y otros 27 de inhabilitación, por prevaricación y malversación. «¿Además de Escolà, había otros mossos en la casa de Waterloo?», ha inquirido Pedro Ariche, representante del Ministerio público. «Algunos, pero ninguno de ellos en funciones oficiales en la Casa de la República», ha afirmado el expresidente.

Tras ello, Ariche le ha recordado que en su libro 'Me explico', Puigdemont hace referencia a «funciones de escolta extraoficial, prestada por mossos». «¿Eso es cierto o no?», le ha preguntado. «Del libro, me hago responsable de las palabras literales que salen entre comillas, el resto no ha sido escrito por mí. En todo caso se trata de una licencia periodística. Hoy he venido acompañado de dos personas, pero los escoltas llevan armas, chalecos antibalas, y un permiso de las autoridades españolas, pero eso no ha pasado nunca, incumpliendo las leyes vigentes», ha defendido.

El juicio continuará el próximo 13 de julio, cuando declararán los acusados.