El pueblo de Cataluña en el que veranea Gabriel Rufián todos los años: cuál es, dónde está y sus mejores restaurantes

Sus casos confirman que en esta época los destinos playeros y la vuelta a casa para estar con la familia suelen ser los planes predilectos para los políticos. Entre los líderes catalanes ocurre lo mismo y muchos optan por la costa catalana pero cuando alguien está en pueblos sin aparentes atractivos suele llamar la atención.

Es lo que le ocurre a Gabriel Rufián. El líder de ERC en el Congreso de los Diputados explicó hace unos meses, durante una entrevista para el programa 'Lo de Évole', dónde suele refugiarse en verano y tanto la elección como la descripción que hizo del pueblo, que él tildó de «feo», sorprendió y mucho. De hecho, incluso el propio Rufián acabó pidiendo disculpas por sus declaraciones.

El pueblo en cuestión es la Torre de l'Espanyol, al sur de Tarragona. El republicano, que no tiene familia allí, comentó que era «un pueblo feo, pero tiene una piscina, tiene amigos, tiene un bar. Con lo cual, tampoco hace falta nada más». Segundos después, puntualizaba que no quería decir que fuera feo, sino que lo veía «curioso pero me flipa». A pesar de su corrección el alcalde acabó llamando personalmente al alcalde para disculparse por sus desafortunadas palabras. También lo hizo en su cuenta de X, donde aseguró que «la cagué».

Lo cierto es que a pesar de que la Torre no cuente con un catálogo tan lleno de atractivos turísticos como otros pueblos tiene lo suyo. Ubicado en la comarca de la Ribera d'Ebre, está entre Mequinenza y el Delta de l'Ebre, está en una zona tranquila y rodeada de campos agrícolas, mayoritariamente de árboles frutales, que resalta precisamente por su belleza rural. Además, el poderío de su gente y sus fiestas populares son, sin duda, sus otros grandes potenciales.

Entre sus puntos de interés destacan su casco antiguo, con callejuelas y casas típicamente rústicas con porticones de madera, o las rutas por las sierras del Tormo o del Rovelló, ideales para hacer senderismo o BTT. Tiene también algunos miradores que permiten tener unas vistas excepcionales del río Ebro y, a la vez, del Priorat. Y todo su paisaje desprende calma y tranquilidad.

La Torre de l'Espanyol está a unas dos horas de Barcelona en coche pero es un perfecto emplazamiento para una escapada, especialmente en primavera o verano, cuando se puede disfrutar de los frutales florecidos o de la degustación de sus productos. A nivel de gastronomía, el pueblo cuenta con el restaurante Lo Molí, ideal para probar la comida de la zona y que cuenta con productos y platos de temporada, y también tiene tres bares en los que poder comer de manera más informal.