Primera baja tras la victoria de Junqueras: «ERC es hoy un partido carcomido»

Segarra formó parte de la candidatura Recuperem ERC que contaba con el apoyo de Col·lectiu 1 d'Octubre -que acabó por pedir el voto en blanco en la primera y en la segunda vuelta de las primarias- y que proponía una ruptura total con los socialistas y aplicar la independencia surgida, desde su punto de vista, del referéndum ilegal de 2017. En un artículo publicado en 'Catalunya Plural' y consultado por ABC, el ya exmilitante de ERC sitúa en el mismo plano a Oriol Junqueras y Xavier Godàs, al considerar que ninguno de los dos aspirantes a presidir el partido, hizo autocrítica ni asumió responsabilidades. Aun así, reconoce que el resultado de las elecciones es claro: «Los datos son inapelables y democráticamente hay que asumir que esta es la voluntad de las mujeres y los hombres de ERC».

Por ello, Segarra considera que ERC ya no es su partido. «Por eso he decidido marcharme. No quiero ni puedo formar parte de un partido que no reconozco, que ha renunciado a todo aquello que hizo adherirme y que ya no representa lo que pienso. Por coherencia y tranquilidad de espíritu, no quiero seguir contado como parte de este proyecto». Así, ha recordado que este congreso era, para él, la última oportunidad de evitar que ERC se convirtiera en un partido residual. Pero no ha podido ser y, en su opinión, el partido va camino de la desaparición.

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«ERC es hoy un partido carcomido y la etapa iniciada la noche de sábado podría ser la última del declive. Tal como algunos hemos dicho durante este proceso electoral, la pregunta no era si la militancia apoyaría al 'junquerismo'; la cuestión clave es cuántos independentistas votarán a una ERC liderada por él. Sospecho que pocos. Por eso todavía mantengo la idea que expresé el pasado mes de mayo: Junqueras puede acabar siendo el [Carlos] Carrizosa de Esquerra», ha dejado por escrito, relacionando a Junqueras con el último líder de Ciudadanos en Cataluña.

Además de una crítica personal al nuevo presidente de ERC, Segarra ha lamentado algunas prácticas internas durante la campaña electoral que ha valorado como muy negativa. Ha cargado contra la Comisión de Garantías del partido, un órgano que, ha escrito, está lejos de lo que su nombre define: «Ni garantías, ni transparencia, ni equidad, ni justicia». Y ha explicado que esta comisión no ha querido investigar la 'estructura b' del partido: «Da risa, por no llorar, oír hablar ahora de comisiones de la verdad. Junqueras y [Marta] Rovira y todos y todas las que los rodeaban saben perfectamente lo que pasó. Solo hace falta que lo reconozcan y expliquen».

Finalmente, tras criticar la existencia de un chat en Telegram que podría contar con el visto bueno de la cúpula, y en el que se insulta y menosprecia de manera sectaria, Segarra ha añadido que el futuro del independentismo tampoco tiene buena pinta. «Acabaremos el 2024 del mismo modo que el 2017, con los dos grandes partidos de raíz catalana liderados por dos hombres que, con el engaño, la manipulación y la carencia autocrítica pretenden aferrarse al poder, sin aceptar que ya hace años que se tendrían que haber apartado». Palabras destinadas a Junqueras y Carles Puigdemont, que «pretenden instalarnos en una especie de día de la marmota».