El primer oficial del mercante ruso acepta dos años de cárcel por sendos homicidios imprudentes tras chocar contra un pesquero en Barcelona
Un acuerdo de conformidad, por el que el patrón de El Fairell abonará 450 euros de multa
La Fiscalía pide cuatro años de prisión para el primer oficial del mercante ruso que hundió un pesquero en Barcelona
Dimitri, el primer oficial del mercante ruso, durante el juicio en Barcelona este martes
El primer oficial del Mid Volga 2, el mercante ruso que chocó contra el pesquero El Fairell en Barcelona, ha aceptado dos años de cárcel por sendos homicidios imprudentes, los de los dos marineros que fallecieron ahogados tras el siniestro en marzo de ... 2017. Un acuerdo de conformidad entre el acusado y las partes que se ha formalizado este martes, durante la vista en el Juzgado Penal 16 de Barcelona.
Dimitri V., con la asistencia de una intérprete, ha querido asegurarse de que el acuerdo evitaría su entrada en la cárcel, como así será, aunque estará inhabilitado durante tres años para pilotar embarcaciones en territorio español. Por su parte, otro de los acusados, Javier H., patrón de El Fairell y superviviente del abordaje, ha aceptado el pago de 450 euros de multa por homicidio por imprudencia menos grave. Ante la sala, el marinero ha relatado que tras la colisión cayó al mar y quedó atrapado bajo el casco del barco. Finalmente, consiguió salir. Las secuelas de aquel episodio fueron estrés postraumático, por el que necesitó asistencia psicológica y psiquiátrica, ha detallado ante la juez.
El pesquero hundido en el Puerto de Barcelona
Tras la asunción de la responsabilidad penal por parte del acusado, quedaba todavía por dirimir la civil, para lo que ha testificado la perito, entonces coordinadora de seguridad e inspección marítima en Barcelona. Según su informe, ésta fue en un 70 por ciento del mercante, y el 30 restante, del pesquero. Es decir, compartida, una tesis que rechaza la Fiscalía, que sostiene que el culpable del accidente fue el buque ruso.
«Si ambos hubiesen llevado a cabo una vigilancia correcta, quizá con dos minutos de antelación, podría haberse evitado» la colisión, ha apuntado la experta ante la sala. Uno de los abogados le ha recordado que, según fija el Reglamento Internacional para la Prevención de Abordajes (RIPA), un buque que tiene preferencia está obligado a mantener rumbo y velocidad. Algo que ha rebatido: «una vez el que tiene que cambiarlos no lo hecho, debe cambiar el suyo».
Así, ha señalado que el oficial a cargo de la guardia del pesquero, se fio de datos del sistema de identificación automática que eran incorrectos. «Tenía que haber realizado una maniobra unos cuatro o cinco minutos antes de la colisión». Además, ha apuntado que el patrón de El Fairell, según su investigación, «no llevó a cabo ningún tipo de vigilancia visual». Será la sentencia la que tendrá que fijar que coste debe asumir cada parte, ya que no han alcanzado un acuerdo.
El Ministerio público reclama, tanto al primer oficial, como a la armadora propietaria del mercante y a la compañía de seguros, una indemnización de 616.796 euros para los familiares de los dos marineros muertos, otros 27.216 por las lesiones que sufrieron los supervivientes, 514.813 euros a los propietarios del pesquero y otros 514.813 por los gastos ocasionados a Salvamento Marítimo.
Dos pescadores fallecidos
El suceso se remonta al 20 de marzo de 2017. El mar estaba en calma, había buena visibilidad y condiciones meteorológicas favorables, cuando un mercante ruso, el Mid Volga 2, de más de 137 metros de eslora, salió del Puerto de Barcelona. Eran las 15.06 horas, cuando el capitán del buque giró 45º a babor, poniendo rumbo a Alejandría (Egipto) y abandonó el puente, cediendo el mando al primer oficial.
En ese momento, el pesquero El Fairell, de 25 metros de eslora, entraba en el muelle de pescadores por estribor, pero el mercante ruso mantuvo su velocidad hasta que la colisión fue inminente, momento en el que activó las alarmas acústicas. Realizó también una maniobra «tardía» de evasión, según el fiscal, que no evitó la embestida a la embarcación.
El choque abrió una vía de agua en el pesquero. La cabina se inundó y el barco se acabó hundiendo. Tres marineros se encontraban en la cubierta y cayeron al mar, quedando sumergidos bajo la quilla del buque. Uno de ellos consiguió salir a la superficie. Otros dos no. Pese a las tareas de búsqueda de la Guardia Civil, no consiguieron rescatarlos con vida. Eran un hombre marroquí, de 33 años, y otro senegalés, de 36. Ambos murieron ahogados.
Fue días después del siniestro, el 23 de marzo de 2017, cuando el robot subacuático del buque de Salvamento Marítimo Clara Campoamor localizó uno de los cadáveres. Estaba a 152 metros de profundidad. Ya de madrugada, encontró el cuerpo del otro marinero, a 162 metros.
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