Podemos prepara ya el redactado para reformar la malversación

Los comunes ya han mostrado su deseo de aprovechar la tramitación de la sedición para incluir cambios en la malversación y este lunes han confirmado abiertamente que se plantean presentar enmiendas que afecten a esta segunda tipología de delitos. «Hay que acotar el delito de malversación y que no sea utilizado como ha sido utilizado. La reforma debe hacerse con cuidado porque afecta a delitos de corrupción política y económica», ha avisado Mena.

Preguntado por las posibles enmiendas de UP, el portavoz ha repetido que están estudiando el marco legal, y que Asens es la mejor persona para hacerlo, tras lo que ha añadido que cuando él «tenga la propuesta más trabajada ya la podrá hacer pública».

«Es evidente que fue modificado por el PP con intenciones políticas claras. Debemos garantizar que el delito de malversación no sirva para reprimir a quien no ha malversado», ha añadido Mena, que ha defendido que se debe encontrar el mejor encaje jurídico para reformar la malversación.

Por otro lado, Mena ha celebrado que finalmente se vaya a derogar el delito de sedición, una propuesta para la que su formación ha hecho «una labor ingente para convencer a los que lo rechazaban» y «frente a aquellos que han ido cambiando de opinión en función de como soplaba el viento», en una clara referencia al PSOE.

«Esta reforma es buena para Cataluña y para España, rechazarla es ponerse del lado de Feijóo y Abascal. Porque esto no va de traición o humillación, como dice la derecha, sino de democracia, diálogo y un país mejor en materia de derechos», ha subrayado Mena, que ha acusado a quienes piensan en generar conflicto de estar pensando en clave electoral.

En esta línea, ha defendido que la reforma del delito de desórdenes públicos, que ha recibido críticas de parte de los sectores independentistas, y ha asegurado que este cambio «modifica el delito de desordenes públicos a la baja». «No me sorprende que Junts se oponga a una cosa que beneficia a Cataluña, que destensiona y pone el diálogo por encima del gobierno de los jueces. Cada uno es amo de sus contradicciones», ha añadido.