Esquerra no rechaza una reforma de la sedición y abre la puerta al acuerdo

Los años de condena máxima de los ejemplos citados quedarían por debajo de los que, ahora mismo, el Gobierno estaría dispuesto a aceptar. Según publicaba ayer 'El País', el Gobierno plantea reducir a la mitad la pena de este delito en el Código Penal, cuyo máximo actual en el caso de autoridades es de quince años. Vilalta dijo no querer entrar en una «subasta pública», pero solo el hecho de que no rechazase de plano la posibilidad de una reforma ya indica que Esquerra parece dispuesta a hablar.

Sí está claro que la carpeta está abierta. El pasado viernes el presidente Sánchez ya dejó claro que la reforma del delito era un compromiso personal suyo, otra cuestión es si la citada reforma, parece difícil, pueda llevarse a cabo antes de acabar al año, cumpliendo con el plazo para lograr avances en la «desjudicialización» a los que se comprometió el Gobierno en la última reunión de la mesa de diálogo con la Generalitat. En cualquier caso, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, reafirmaba ayer el compromiso del Gobierno de «ajustar» el Código Penal. «Esto es a lo que nos hemos comprometido y cuando tengamos una mayoría parlamentaria que le dé apoyo, así lo haremos», remarcó Iceta apuntando en esta dirección a ERC. Tiene claro el Ejecutivo que no se embarcará en un proceso si no tiene garantizada la mayoría en el Congreso para aprobarla, es decir, si no cuenta con el apoyo de ERC. La reforma del delito de sedición sería determinante para el futuro de los fugados Carles Puigdemont y Marta Rovira.

Frente a la posición aparentemente dúctil de Esquerra, en Junts se considera que la vía es la derogación, no la reforma. Así lo explicó ayer el secretario general del partido, Jordi Turull. que apuntó que se debe ser radical en la defensa de los derechos fundamentales, en sus palabras: «La interpretación que hacemos de este delito es la persecución del independentismo. Lo que no se debería hacer es penalizar a nadie por una manifestación pacífica».