Duran i Lleida, sobre el 3%: «Mejor me callo y ya está»

«Hay hechos que parecen que son muy relevantes (sobre el caso del 3%). Sabremos lo que ha pasado cuando la Justicia dicte sentencia», ha indicado, cuando se le ha preguntado por el caso de presunta corrupción que investiga la Audiencia Nacional. Duran i Lleida ha añadido, sobre si conocía este caso cuando lideraba CiU con Artur Mas y Jordi Pujol, que: «Si estuviera ante un juez y mi declaración fuera bajo juramente tendría que decir la verdad... Mejor me callo y ya está... ¿Ha entendido la respuesta?».

Pese a este callar sin silencio, el ex diputado en el Congreso, ex consejero de la Generalitat con Pujol, ex diputado autonómico, ahora apartado de la primera línea política, pero en sintonía con el PSC, partido al que vota, según ha confesado, ha añadido que: «Ante un juez tendría que decir lo que yo sé. Pero en cualquier organización política pueden pasar cosas y que no las sepa el líder. No tengo ni idea». Duran se ha remitido a sus memorias, publicadas en 2019, para quien quiera profundizar en la presunta corrupción de CiU.

En la entrevista, también ha recordado su relación con Mas durante la época en la que CiU seguía en la Generalitat («Mas no era independentista, no venía ni del mundo catalanista político») y, aunque sin concretar mucho, la actual situación de Junts («hay una parte de Junts que quiere emular a la CUP» y «CiU no volverá»). Duran ha fijado 2012 como la fecha de no retorno para el proceso independentista, en concreto, cuando Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, rechazó el ultimátum de Mas para que la Generalitat disfrutara de un concierto económico como el vasco.

En esta línea, también ha defendido que la situación política actual de Cataluña ha empeorado en los últimos lustros, entre otras cosas, por un exceso en las reivindicaciones nacionalistas. «Ni Pujol ni yo éramos partidarios de un nuevo Estatuto», ha recordado. Se fue «subiendo» de tono y exigencia nacionalista, ha concretado, para recordar que la exigencia de un nuevo Estatuto fue cosa de Pasqual Maragall, al que se sumó Mas desde la oposición, y se gestionó mal, en su opinión, tanto en el Parlamento catalán como en la aprobación en el Congreso (le molestó que Mas se reuniera con José Luis Rodríguez Zapatero en la Moncloa sin saberlo, en 2006).