Los padres de Mario Biondo presentarán un incidente de nulidad para reabrir el caso: «Han permitido que el tiempo borre las huellas del asesino»

Y es que, tal y como recordado su abogada, Leire López, la investigación tras localizar el cuerpo de Mario se saldó con un «atestado irregular». «No se llevó a cabo la inspección ocular, ni la práctica de diligencias», ha reprochado. Tampoco la autopsia, según certificó la Justicia italiana, se llevó a cabo debidamente. Así, un escaso mes después del hallazgo del cadáver, se decretó el archivo libre del caso, no provisional, lo que impidió realizar nuevas pruebas.

Sus padres no se rindieron. Tras dos intentos infructuosos de reabrir el caso en España, Pippo formalizó una denuncia en Italia, y allí comenzó otra investigación (al ser nacional de dicho territorio, aunque los hechos sucediesen en el extranjero, existe dicha posibilidad). Una pesquisas por las que un juez de Palermo aseveró que contaba con elementos suficientes para desmentir la tesis suicida, y que su muerte podía deberse a un homicidio, siendo después «colocado en una posición apta para simular» que se había quitado la vida.

Esa fue la primera pequeña victoria de los Biondo. Pero, nuevamente, «agridulce», ya que la resolución también concluyó que, habiendo transcurrido ya casi diez años, no se podían realizar determinadas pruebas. «En el momento del hallazgo cadáver, deberían haberse llevado a cabo intervenciones telefónicas y registros que no se desarrollaron», ha precisado la abogada. Las comisiones rogatorias de Italia a España tampoco tuvieron éxito, y así, el caso se archivó también en el país de origen de Mario.

Entonces la familia decidió tratar de reactivar las pesquisas en España y presentaron una denuncia donde incorporaron, por primera vez, «pruebas contundentes», en palabras de la letrada del despacho Vosseler, «que demuestran que Mario Biondo no se suicidó y que se produjo un homicidio por parte de terceras personas». Dos años y medio después, este pasado septiembre, la Audiencia Provincial de Madrid, tras haber reclamado la causa a Palermo, dictaminó que, efectivamente, hay «indicios» de que la muerte «no fue suicida».

Entre esos indicios, el hematoma que Mario tenía en el cráneo, y que era «incompatible» con la tesis de que se hubiese quitado la vida. También que los objetos de la estantería donde apareció colgado no se habían caído al suelo. «Si Biondo se hubiese dado ese golpe por los espasmos del ahogamiento, hubiesen tenido que ser tan violentos, que tendrían que haber caído objetos de la estantería», ha recordado la abogada, respecto al contenido de la resolución. Por tanto, Mario habría sido asesinado y «colocado en una posición apta para simular un suicidio».

Pese a ello, otra noticia «agridulce», en palabras de la propia Pippa. Porque, aunque es la primera vez que la Justicia española admite dicha posibilidad, en el mismo auto, la Audiencia de Madrid rechaza la reapertura del caso porque «no se estiman elementos para que se pueda demostrar la tesis homicida».

La abogada ha recordado este jueves que el primo de quien era pareja de Mario cuando este falleció, la presentadora Raquel Sánchez Silvia, es «ingeniero informático» e «instaló un 'software' en el ordenador de él, tras su muerte, conectándose al mismo en remoto». «La pregunta es, ¿por qué se borraron los archivos de Mario después de su muerte?», ha cuestionado.

Ese es uno de los interrogantes que se hace la familia, que también reclamaron rastrear las ubicaciones de los dispositivos tanto de este individuo, como de la mujer de Mario, para saber dónde estaban cuando se produjo el suceso, ante la sospecha de «contradicciones» en su declaración. «Si hay indicios de criminalidad, entendemos que debe practicarse la prueba. Si para ello los tienen que citar como investigados, porque son personas que han generado sospechas, se tiene que hacer, más allá de que luego no sean responsables».

En caso de que el incidente de nulidad no prospere, la familia formalizará un recurso ante el Tribunal Constitucional por vulneración de la tutela judicial efectiva. Si se desestima, recurrirán entonces ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El equipo legal de los Biondo precisa, además, que el reciente auto de la Audiencia de Madrid apunta para oponerse a la reapertura, que el sucesos ya se juzgó en Italia. «Allí nunca se investigó a nadie, sino el fallecimiento de alguien», ha precisado la abogada. Resquicio que argumentarán ahora para reclamar que se revoque el archivo.

A su lado, Santina, celebrando este «primer punto de luz» en una «larguísima y dolorosa lucha», buscando una «verdad» en la que han creído todos estos años. También ha admitido estar triste, porque pese al avance, «las deficiencias de la investigación incial, la negligencia, nos ha robado la posibilidad de obtener justicia. Han permitido que el tiempo borre las huellas del asesino», ha lamentado, para advertir: «No nos vamos a rendir. No nos doblegaremos a que esta media verdad sea el punto final. Seguiremos luchando para saber la verdad, por honrar la memoria de mi hijo y para que se haga justicia».

El padre de Mario, Pippo, se ha mostrado con «esperanza» para que «la verdad salga a la luz». Su único objetivo, a lo largo de más de dos décadas es «saber quién ha matado a nuestro hijo». Años en los que he el caso se ha abordado, en no pocas ocasiones, con frivolidad, por la profesión de la viuda de la víctima, una presentadora televisiva. Al respecto, la abogada de los Biondo ha certificado que el tratamiento del suceso, «desde luego no ha favorecido», a la investigación.

Esta aparición pública responde, únicamente, a detallar el avance judicial del caso, tras el que se encuentran unos padres que sólo reclaman saber qué le ocurrió a su hijo. Ahora, con un nuevo aval judicial, de los tribunales españoles, que también corroboran que existen indicios para sostener que Mario Biondo no se suicidó.