Nubar garantiza la transición de la cena a la fiesta
El clásico de la noche barcelonesa triunfa también entre las nuevas generaciones con una doble oferta gastronómica y de ocio
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Al mítico Nuba le ha crecido una erre para seguir siendo el restaurante y sala de fiestas insignia de Costa Este de los hermanos Bordas, Ramón y Javier, en la zona alta de la ciudad (calle Doctor Fleming), porque también en el litoral el grupo lidera la noche ... con Opium y Pachá como estandartes. Nubar es un local memorable de la noche barcelonesa y de los azulgrana, al ser donde acostumbraban a celebrar los títulos deportivos. Ahora, su doble oferta garantiza la transición suave de una gastronomía de nivel para las cenas a un ambiente festivo y variopinto que atrae a gente guapa local y foránea hasta bien entrada la noche.
Cenar en Nubar implica que a partir de las 23,30h la música evoluciona in crescendo y el ambiente se va animando para mutar en un bar de copas y cócteles para prolongar la noche a los sones de la música del momento. Todo ello mientras empieza el desfile de botellas entorchadas portadas a las mesas por unas esculturales camareras que realizan sensuales bailes con mínimos uniformes a la hora de servirlas.
El establecimiento ocupa una masía remodelada por el estudio de Estrella Salietti y consta de amplios salones interiores, una espléndida terraza y un porche anexo que invita a disfrutar del clima mediterráneo de la noche barcelonesa.
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No todos los días la transición entre la cena y la fiesta es igual. Los miércoles presentan un ambiente rociero más enfocado al público joven, con rumbita y flamenco, mientras los jueves traen sonidos «remember» con el B2B para sus fans de toda la vida y los domingos la fiesta se transforma con sintonías urbanas y el mejor reguetón. Nubar es pues una excitante mezcla de restaurante top y lounge bar, de gastronomía sibarita y ocio nocturno exclusivo para cenar bien al tiempo que ves y eres visto.
Nubar tiene capacidad para 200 comensales y su cocina internacional ha renovado esta temporada su carta con platos gastro, sushi y cócteles que incluye las ostras Amelie, jamón de bellota, variados japoneses, un legendario canelón de faisán foie y trufa, el tartar de atún u otro clásico: los huevos rotos con bogavante.
En los principales platos, destaca el pulpo confitado con panceta y parmener y la vieira con alcachofas y jamón o el rodaballo con múrgulas Los carnívoros tienen un triplete compuesto de steak tartar, carrillera de ternera a la vainilla y chuletón de ternera gallega. Y de postres, el cheese cake de melocotón, las texturas de chocolate o el helado de vainilla con toppings, especial para compartir. Si se opta por un menú degustación, tras el cocktail de bienvenida se sirve un uramaki de ceviche con mayonesa de leche de tigre, seguido del huevo poché con foie y trufa negra, el rodaballo con múrgulas al Santurce, la galta de ternera a la vainilla y, de postre, una extraordinaria torrija como preámbulo de las copas.
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