Una mujer maniatada en la habitación de un hotel, entre los cadáveres sin identificar en Cataluña

Son cuatro los cadáveres de mujeres asesinadas en Cataluña que ahora forman parte parte del programa 'Identify Me' que trata de recabar información para poder conocer su identidad. El 3 de julio de 2005, la Policía localizó un cuerpo sin vida en la carretera de la Vila de Viladecans (Barcelona), en el kilómetro 84. Era una joven de entre 20 y 25 años que llevaba 24 horas muerta. Medía 1,60 metros y tenía el pelo castaño, teñido de color cobrizo. Sus ojos eran azules.

«La mujer de rosa», se bautizó el caso, porque vestía unos pantalones de ese color, talla 36 y un top de flores, de la marca Easy Wear, en la 42. Esos son los datos que ahora se hacen públicos por si alguna persona pudiese tener información para tratar de identificar a la víctima, que tenía un pequeño lunar en el abdomen. Cuando encontraron sus restos, llevaba unos aros de oro y una pulsera con estrellas.

El 3 de noviembre de 2003, fueron los Mossos d'Esquadra quienes localizaron el cadáver de una mujer en Malgrat de Mar (Barcelona). Lo encontraron en una carretera rural, con numerosas heridas en el cuerpo y en la cara. Los forenses estimaron que debieron matarla unas 12 horas antes del hallazgo del cuerpo. Los investigadores siguieron la pista de un caso similar en Países Bajos, unos años después, ya en 2016 pero, finalmente, descartaron dicha hipótesis. Ahora también forma parte de la base de datos de Interpol por si algún testigo pudiese aportar información sobre lo ocurrido.

La víctima vestía pantalones vaqueros de la marca Teri Pevi y un jersey de lana, color carmesí intenso. También una camiseta beige de Marks & Spencer. Ropa interior negra de algodón y calcetines grises con pequeñas formas geométricas de color rojo y verde. En su brazo izquierdo tenía una marca de vacunación, y un tatuaje pequeño con el símbolo Om (tres curvas, un semicírculo y un punto) en el dorso de la mano derecha.

Portaba también varias pulseras metálicas finas y onduladas de distintos colores, en la muñeca derecha, e hilos oscuros alrededor del tobillo izquierdo, a modo de pulsera y también en los pulgares de los pies. Los investigadores desconocen el origen de la mujer pero, tanto por el tatuaje como por las pulseras, creen que podría ser bengalí y que cuando la mataron tendría entre 25 y 30 años. Tenía la piel blanca, aunque bronceada, el pelo negro y los ojos castaños.

El último caso y más reciente, es el de una mujer que apareció en una casa de campo del barrio de Olivars Sant Julià de Ramis (Gerona). Los Mossos la encontraron ahorcada en el gallinero, el 4 de agosto de 2018. No llevaba encima ningún documento. En la casa vivían tres personas pero nadie la había visto antes y no sabían quien era. Tampoco apareció ningún vehículo en las proximidades.

Los investigadores creen que era originaria del norte de Europa, Polonia, Alemania o Países Bajos. Las pesquisas con las autoridades de los citados países para tratar de conocer su identidad no han dado ningún resultado. Estiman que tendría, como en los dos casos anteriores, entre 25 y 30 años. Era rubia, de estatura media, y ojos marrones. Cuando encontraron su cadáver vestía una camisa con rayas azules y blancas de marca Fairly y talla 4; pantalones vaqueros Bershka, talla 36 y deportivas negras Nike del 38,5, con calcetines grises. Tenía tatuada la palabra 'éxito' en hebreo en su antebrazo izquierdo.

Para tratar de identificar a las cuatro fallecidas, la información sobre los casos se ha publicado ya en la web de Interpol, junto a las reconstrucciones faciales de algunas de ellas, e imágenes de algunas prendas y joyas. Un llamamiento a la participación ciudadana para poder avanzar en las investigaciones, con la esperanza de obtener alguna pista.

En 2023, esta iniciativa permitió resolver un caso de hace más de tres décadas. Fueron familiares de la víctima quienes llamaron a la línea de atención telefónica tras haber reconocido el tatuaje de la mujer en las noticias. Se trataba de Rita Roberts, que abandonó Cardiff (Gales) en febrero de 1992. Su cadáver apareció en Amberes en junio de ese año. La habían asesinado.

Cualquier persona que tenga información sobre los casos, puede ponerse en contacto con las autoridades a través de Interpol.